El exministro de Educación y actual legislador Augusto Espinosa respondió a las observaciones realizadas por la Comisión Aampetra.

En una entrevista a Telediario, argumentó que el sistema educativo del país no tenía ningún tipo de control o registro de casos de abuso sexual.

Usted señala que el primer informe no concluye en responsabilidades sobre los funcionarios. Pero más allá de esto, ¿usted se siente responsable?
Todos debemos asumir una responsabilidad por lo que hicimos o dejamos de hacer, pero cuando usted lee el capítulo Augusto Espinosa lo que dice es que no había nada en este tema. Espinosa lo implementó y le faltó complementarlo, esa es la síntesis, a mí me hubiese encantado hacer mucho más.

¿No le pedían que ocultara o minimizara los problemas para presentarnos un panorama de que todo estaba bien?
Lo que se está afirmando es algo perverso. Cuando yo llegué al Ministerio no había un sistema de registro, y lo que yo declaré frente a la Comisión es que se me hizo conocer que en Fiscalía habían 100 casos por año y frente a esta realidad implementamos el sistema informático y desde 2014 existen los primeros registros, siete meses después de asumir el cargo.

¿Por qué no se generó una alarma pública y social?
Se hizo una campaña que se llamó ‘Nunca nadie más’ y esa campaña fue pública e invitamos a que se denunciara. Eso es fácil de probar.

¿Para qué sirvió esto, para prevenir, castigar y remediar?
Yo voy a remitir observaciones al informe porque voy a demostrar qué se hizo en cada una de las administraciones.

En el informe hubo caducidad de casos, lo que se contempla como fallas administrativas
Hay que diferenciar la responsabilidad administrativa de la penal; la junta de resolución de conflictos no es la fiscalía, el error de una junta podría ser no denunciar a la fiscalía, eso es una negligencia grave, pero la ley establece que los procesos administrativos caducan en 90 días. Si es que no hay una sentencia judicial en esos 90 días, ¿cómo puede la junta decir este señor es culpable? Ahí hay una incompatibilidad de tiempos que hay que corregir. (I)