Miles de feministas se manifestaron frente al Congreso argentino para pedir una ley que despenalice el aborto, tras promover en Twitter una campaña que convirtió la petición en el asunto más comentado en el país.

Las asociaciones convocantes de la concentración en Buenos Aires forman parte de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que pidió a los manifestantes portaran pañuelos verdes, símbolo del movimiento que, desde hace 11 años, presentó en seis ocasiones la propuesta de una norma de interrupción voluntaria del embarazo.

La proposición volverá a ser llevada al Congreso en los próximos días, afirmó la dirigente de la organización Plenario de Mujeres, Vanina Biasi, quien denunció que por la actual prohibición   terminan hospitalizadas tras abortar clandestinamente 100.000 féminas.

Según las organizaciones, que citan datos del Ministerio de Salud, en Argentina se producen medio millón de abortos al año.

Biasi sostuvo que la despenalización de esta práctica no eleva el número de casos. Argumentó que Argentina y España tienen una población similar, pero en el país austral son más elevadas, a pesar de que en la nación ibérica la interrupción es voluntaria.

La cuestión es un “debate necesario”, declaró Victoria Freire, miembro de la organización feminista Mala Junta, que criticó que incluso los supuestos de aborto permitidos (violación y riesgo para la salud de la madre) “en muchos casos no se respetan”.

Para Freire, no es un problema moral sino “de salud pública, de la vida y del derecho a decidir de las mujeres”; y contó que, frente a la prohibición vigente, hay “redes” de mujeres que proporcionan fármacos abortivos para evitar los perjuicios que pueden provocar los clandestinos.

Las dos activistas sudamericanas coincidieron en sus críticas contra la Iglesia católica por su rechazo a la medida, y señalaron que ni el gobierno de Mauricio Macri ni los anteriores kirchneristas (que estuvieron de 2003 a 2015) quisieron tratar las propuestas al respecto. (I)