La adopción de una mascota tiene más implicaciones de lo que muchos se imaginan. Hay familias que toman esa decisión de forma aventurada sin detenerse a pensar las consecuencias que acarrea.

Los orientadores familiares señalan que las familias tienen que hacerse una serie de preguntas esenciales antes de llevar una especie doméstica a la casa.

La experta Jennifer Fernández expresa que uno de los aspectos fundamentales tiene que ver con el tiempo. Eso significa analizar los horarios de los integrantes del núcleo, pues las especies requieren alimentarse y recibir cuidados en su salud.

“También necesitan que se los saque a pasear, ya que requieren realizar ejercicio y socializar”.

Para ella, si no se tiene tiempo es mejor evitar adquirir ese compromiso.

Otro tema importante es analizar si alguien de la familia presenta alergias. Según el médico Julio Guerrero hay quienes presentan rinitis por los pelos de los animales (perros o gatos). Lo ideal -señala- es evitar el contacto si se tiene ese problema. “Hay pruebas que permiten determinar la alergia”.

Y por si fuera poco el dinero es muy importante. Se tiene que presupuestar un fondo para alimentar a la mascota, si se quiere darle un buen trato. Los animales no pueden comer desperdicios, “tienen que alimentarse”, expresa la veterinaria Mónica Jurado. A esto se suman las vacunas que tienen que recibir obligatoriamente. “Sale más barato prevenir las dolencias”.

El espacio físico del hogar también es un punto por revisar, pues se han dado casos de personas que adquieren una especie en un centro comercial y cuando lo llevan a casa se enteran -para los que alquilan- que la dueña de casa no lo permite a los inquilinos.

La paciencia también es relevante, ya que un cachorro con muchas energías tiende a tomar prendas, zapatos y objetos y las puede destruir. En ocasiones es difícil prevenir este tipo de accidentes. (I)