Parece insólito que una joven kichwa se postule como candidata para el reinado del Yamor. De hecho lo es, porque después de casi 18 años, el Municipio de Otavalo acepta la postulación de una joven indígena.

En 1996, un grupo de jóvenes de la comunidad de Peguche postuló a su representante: Verónica Barahona, una joven kichwa. La iniciativa, sin embargo, terminó en un “apartheid criollo”, como lo califica Raúl Amaguaña, presidente del Cabildo cuando recuerda que la candidatura generó un conflicto social e incluso jurídico, porque las autoridades municipales se ampararon en una ordenanza para impedir la participación de Verónica en la elección a Reina del Yamor.

Quienes se oponían ferréamente a su candidatura aseguraban que esta fiesta era de mestizos para mestizos. Además, argumentaron que las jóvenes indígenas estaba reservada la elección de la Sara Ñusta. Aunque estos comentarios causaron indignación en la población tanto mestiza como indígena, nunca se debatió el tema a profundidad. Para muchos indígenas las heridas, provocadas por estos sesgos racistas, no se han cerrado.  

Aunque el Cabildo Kichwa presentó este año a tres precandidatas para la elección de la Reina del Yamor, la elección de la representante kichwa la realizaron las autoridades mestizas. Quizás sea por esta razón que muchos indígenas consideran que la postulación de Wendy Terán no fue el resultado de un consenso al interior de la sociedad indígena.

A pesar de los cuestionamientos, hay dirigentes, como Raúl Amaguaña, que consideran que la participación de esta joven fue necesaria para democratizar estos espacios que, de alguna manera, representaban, rezagos coloniales de dominación.