Un mes de sensibilización en el transporte público
En el marco de la campaña “Cuenca Transporte con Derechos”, la Defensoría del Pueblo mediante la Comisión Regional 4 y conjuntamente con la Dirección de Educación del Azuay, la Municipalidad de Cuenca y la Cámara de Transporte de Cuenca impulsan el proceso de formación y educación ciudadana en temas de derechos en el transporte público.
Desde el 20 de noviembre se ha trabajado con 10 centros educativos de Cuenca y han llegado a 5.684 estudiantes. También se trabajó con personas con capacidades diferentes. Un total de 154 niños, niñas, padres de familia y maestros y maestras de las unidades educativas San José de Calazanz y del Instituto de Educación Especial del Azuay -IESA-, jugaron, disfrutaron y aprendieron sobre sus derechos en el transporte público mediante juegos lúdicos y una obra de teatro.
Luego la Cámara de Transporte de Cuenca realizó la entrega gratuita de tarjetas SIT personalizadas a los 154 estudiantes de San José de Calazanz y del IESA, garantizando el medio pasaje.
La Campaña Cuenca Transporte con Derechos es ejecutada por la Defensoría del Pueblo y busca que se entienda al transporte no solo como el tránsito de un lugar a otro, sino como un derecho social que impacta en la vida, en la dignidad y la salud de las personas que habitan Cuenca. El Municipio, la Cámara de Transporte, la Defensoría del Pueblo, buscan que esta campaña sea de la ciudadanía, pues según el alcalde de la ciudad, Paúl Granda, “solo con la participación de la gente se podrá lograr una mejor convivencia.”
Por su parte Iván Granda Molina, comisionado regional de la Defensoría del Pueblo, sostuvo “que la suma de voluntades hará de Cuenca una ciudad más segura, respetuosa de los derechos humanos, incluyente y, sobre todo, que respete los derechos de los niños/as, adolescentes, personas con discapacidad, mujeres embarazadas y adultos mayores en el transporte público.
Según información de la Defensoría del Pueblo, el 70% de personas que viven en Cuenca utiliza bus y el 30% restante está en relación directa con el transporte público, por ello con la campaña se apuesta a “que todos y todas quienes hacen movilidad cambien sus prácticas ciudadanas para una Cuenca positiva y más humana”, manifestó Patricio Benalcázar, defensor del pueblo.
Además, la campaña motiva a la utilización de la tarjeta prepago, pues según el mismo informe, el uso de ésta incide en el trato de conductores y usuarios, por ello se busca que el transportista deje de cobrar la tarifa en monedas y tener más orden y seguridad.
La campaña tuvo 4 ejes, el primero de participación ciudadana, donde se logró construir la campaña con organizaciones de mujeres, con entidades que trabajan con personas con discapacidad, con adultos mayores, personas que le apuestan a la movilidad no motorizada como principal medio de transporte y jóvenes.
El segundo y tercer eje fueron de formación y apropiación del espacio público. En el segundo eje el 22% de transportistas han sido sensibilizados en género, derechos humanos y no discriminación, buscando que el conductor entienda su rol en la sociedad, en el desarrollo económico y social de la comunidad. Sumado a ello, mimos, batucada, clowns y personal de EMOV-EP y la Defensoría trabajó en 30 colegios de Cuenca, generando acciones que buscan que los estudiantes sean parte de este cambio hacia el respeto, inclusión y cultura de paz. De igual forma se realizaron activaciones en buses y calles, dijo Granda.
El último eje buscó que a través de los medios de comunicación, la ciudadanía escuche y vea mensajes destinados a sensibilizar a cada persona la importancia de la vigencia de los derechos humanos en la cotidianidad.
La campaña tuvo la duración de un mes, desde el 9 de noviembre hasta hoy, cuya continuidad se dará luego del proceso electoral. La iniciativa ha recibido apoyo financiero de sectores públicos y privados, y sobre todo de la ciudadanía.