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El Telégrafo
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El objetivo es cumplir con la ordenanza

Las autoridades y los dueños de lavadoras llegan a un acuerdo

El costo por lavar un vehículo grande en estos negocios es de $ 25, a los más pequeños, en cambio, se les cobra $ 10. José Luis Llivisaca.
El costo por lavar un vehículo grande en estos negocios es de $ 25, a los más pequeños, en cambio, se les cobra $ 10. José Luis Llivisaca.
27 de junio de 2014 - 00:00 - Redacción Regional Sur

Un nuevo acuerdo se estableció entre los propietarios de las lavadoras de vehículos de Monay y la Dirección de Control Urbano del Municipio de Cuenca.

Carlos Álvarez, principal de la institución del Cabildo, manifestó que ayer hubo una reunión en la que los dueños de los negocios se comprometieron a no atender vehículos pesados ni tampoco estacionarlos en las vías.

“Esto no solamente tiene que ver con ellos, sino con los propietarios de otras lavadoras que funcionan en zonas urbanas de la ciudad”, expuso.

Una ordenanza municipal del uso del suelo prohíbe el emplazamiento de estos negocios para carros pesados en el casco urbano.

Hace más de un año y medio, el Municipio, mediante una modificación de una normativa del uso del suelo realizada por el Concejo Cantonal, habilitó un espacio en la zona de Capulispamba.

En este sector, 16 personas integrantes de la Asociación 3 de Noviembre, laboran con automotores de estas características.

En los últimos días, varios moradores del sector de Monay, al este de Cuenca, manifestaron su desacuerdo con el funcionamiento de las lavadoras de carros, pues estas continuaban atendiendo a unidades de transporte pesado, desobedeciendo la normativa municipal.

Un vecino que prefirió no identificarse dijo que los inconvenientes se dan alrededor de las 07:00, cuando la mayoría de personas se traslada a sus trabajos o a dejar a sus familiares en los centros educativos.

“Los buses o camiones están estacionados en media vía y en algunos casos se trepan al parterre de la calle Pumapungo, para ingresar a las lavadoras. En ese momento suenan los pitos, los insultos, las malas señas y todo”, expresó.

Manifestó que se han dado varias reuniones entre los habitantes y un representante de los dueños de esos negocios, para llegar a acuerdos, pero se hace caso omiso de las resoluciones.

Otra habitante, integrante de la directiva del barrio, declaró que ante la alta demanda de vehículos pesados que tienen los negocios y la falta de espacios que hay en la calle Pumapungo, sus choferes optan por estacionar en las vías secundarias.

Incluso, manifestó que hay casos en que llegan buses de transporte interprovincial a la calle Pancho Villa y descargan los contenidos de los urinarios. “Hemos reclamado a esas personas, pero no hacen caso”, comentó.

No obstaculizamos veredas

Ángel Salto, propietario de una de las lavadoras del lugar desde hace 15 años, sostuvo que las denuncias presentadas son injustas porque hay locales con el suficiente espacio físico para permitir el ingreso de los automotores y no causar el caos vehicular.

“Los locales que nosotros tenemos son casi de 1.000 m². Trabajamos adentro. De vez en cuando lavamos un camioncito, un bus, pero no hemos obstaculizado las veredas ni lavado tráileres ”, recalcó.

Pidió a las autoridades que revisen su decisión, pues consideró que la situación económica para ellos se vería afectada por la cantidad de lavadoras de carros que hay en la ciudad.

A diario —contó— en su negocio atiende unos 2 vehículos grandes a un precio de $ 25 cada uno y unos 8 pequeños, a $ 10 por unidad.

Dora Ordóñez, concejal del cantón y presidenta de la Comisión de Planeamiento y Urbanismo, manifestó que en este caso se deben realizar controles, pues hay una ordenanza que prohíbe el funcionamiento de estos establecimientos en las zonas rurales.

Mencionó que la semana anterior hubo una reunión con funcionarios de la Dirección de Obras Públicas para sugerir que se intervengan las vías de acceso al sector de Capulispamba, pues su mal estado sería una de las causas para que el decreto no sea obedecido.

Los ciudadanos están a la expectativa del cumplimiento.

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