El fuego acorrala a varias especies en Chilla
Las 30 alpacas que pertenecen al Colegio Agropecuario Chilla están entre las afectadas por el incendio que consume la zona montañosa de este cantón desde la semana pasada. El fuego, según dijo ayer la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, está controlado en el 98%.
Sin embargo, ya ha dejado en cenizas a unas 2 mil hectáreas de bosques y con ello al hábitat de venados, saínos, armadillos, conejos, ratones de campo, aves pequeñas e insectos. Rosa Cabrera, directora de la Secretaría de El Oro, dijo que hasta el momento han detectado tres focos de fuego en las inmediaciones de la granja del colegio agropecuario, cerca de las antenas de comunicación.
En el sitio, hasta el cierre de esta edición, 60 bomberos de Santa Elena y Babahoyo luchaban por controlarlo. A ellos se suman 25 hombres especialistas en incendios forestales de Zamora Chinchipe. “El Cuerpo de Bomberos de esta provincia viene, no porque la alerta continúe, sino para brindar su apoyo y apagar los pequeños focos que hemos encontrado”, indicó.
La entidad, según dijo, ha cubierto con toda la alimentación y la hidratación para los elementos de la “casaca roja” que arribaron de las distintas provincias. “Hemos pagado el desayuno, almuerzo y cena para todo el personal que ha trabajado en la zona”, comentó. Jorge Chamaidán, titular de la Dirección Agropecuaria de El Oro, informó que las pérdidas por el bosque quemado ascienden aproximadamente a $2 millones.
Calcula que hasta el momento han sido devastadas 649 hectáreas de pino comercial, de entre 15 y 20 años de vida, y 774 hectáreas de vegetación tipo “chaparral”. “Esperamos que un 40% de esa arboleda sobreviva, ya que tenemos conocimiento de que en algunos árboles solo se han quemado las hojas, aunque en la mayoría la candela viene de abajo”, explicó.
Carolina Beltrán, directora del Ministerio del Ambiente de El Oro, expresó que la remediación de un bosque quemado es de aproximadamente 14 años.
El fuego vuelve a Cañar y Azuay
Ayer un incendio en el sector de Llazhatán, sector de La Josefina, consumió 12 hectáreas de pino y pajonal. El fuego movilizó a más de 60 personas, entre bomberos de Paute, Gualaceo, Chordeleg y Guachapala. También se sumaron elementos del Ejército.
Las llamas se extendieron por toda la montaña, de muy difícil acceso para los voluntarios que trabajaron desde las primeras horas de la mañana. En la tarde, la vía que conduce desde el sector El Descanso hasta el cantón Gualaceo y Paute se cerró debido a la caída de piedras y a la gran cantidad de humo. “Tuvimos que precautelar el bienestar de las personas”, dijo Adam Bermeo, de las oficinas de Control de Riesgos. Los bomberos también asistieron ayer a varios brotes de incendios forestales en diferentes sectores de Cuenca.
Pero los flagelos también se extendieron ayer a la provincia del Cañar. Desde el fin de semana se reactivó el incendio en la parroquia Gualleturo, sector Zhuya.
Según los funcionarios del Ministerio del Ambiente, tres focos se han detectado en Gualleturo y cada uno, hasta el momento, ha consumido media hectárea de terreno. Esta situación preocupa a la población porque el área es de difícil acceso y apagar el fuego se vuelve una tarea casi imposible, según los funcionarios.
Hasta ayer el cuerpo bomberil de Cañar y El Tambo se movilizaron al lugar del incidente para intentar sofocar las llamas con la ayuda de la comunidad. “Este es uno más de los incendios provocados por gente inconsciente que no mide las consecuencias ni los daños que se provoca a la naturaleza quemando los bosques, muchos de ellos primarios”, recalcó Melvin Alvarado, director del Ministerio del Ambiente.
Los hombres de la “casaca roja” de Azogues han recibido en los últimos días más de 30 reportes de incendios, muchos de ellos no han sido de mayores proporciones. “Sí es preocupante lo que sucede por la constancia con que la gente quema los llanos y el pasto”, dijo Wilson Gómez, jefe del Cuerpo de Bomberos de Azogues.
Loja diseña un plan de respuesta a flagelos
Un plan de contingencia entre la Policía, Fuerzas Armadas, bomberos de Loja y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, consensuado desde la Gobernación de la provincia, se estructuró para controlar los incendios forestales en el cantón Quilanga, dijo la gobernadora Alicia Jaramillo. En la zona están devastadas aproximadamente 30 hectáreas de vegetación seca y árboles de pino.