Monitoreo a especies animales en El Cajas
Especies que aparentemente estaban desaparecidas y otras que supuestamente migraron del lugar, fueron avistadas en el Parque Nacional El Cajas en este último año.
Tras un largo y paciente trabajo en el bosque de Mazán y en Llaviuco y gracias a las filmaciones de trampas-cámaras se pudo observar la presencia de tigrillos, pumas, venados únicos en su especie, entre otros animales que ahora son objeto de un seguimiento para su protección. Este proyecto de colocar los equipos se inició en su primera fase en dichos bosques altoandinos ubicados al este del Parque.
Mazán tiene una extensión de 414.33 hectáreas, con especies características del sitio. Diez de las especies que solo se creía que existían fueron ya confirmadas gracias a este trabajo. El trigrillo fue uno de los primeros animales en ser avistado por las trampas-cámaras. Esta especie puede vivir hasta los 4 mil metros de altura y actualmente está amenazada.
Germán Gutiérrez, uno de los más viejos guadaparques de este sitio, dijo haber observado al felino hace muchos años rondando en este lugar, pero de allí desapareció. “Las manchas que tienen estos animales son únicas. Son como las huellas digitales en los humanos”, manifestó el biólogo Francisco Sánchez, quien realiza el estudio.
Del seguimiento realizado al tigrillo en Mazán llamó la atención el hecho de que emitiera silbidos como los de un pájaro para atraer a sus presas. Además de que duerme en la noche en los árboles o en el piso, lo cual constituye una estrategia.
Según el estudio, este año se han llegado a contabilizar 12 tigrillos, tanto en el bosque de Mazán como en Llaviuco. Entre los dos bosques suman 800 hectáreas y para los animales el área de influencia es de 25 kilómetros cuadrados donde pueden incluso reproducirse. “Son buenas y malas noticias, porque luego comenzarán a luchar por su territorio”, dijo el biólogo.
En el piso altoandino del Ecuador existen 62 especies de mamíferos (16.2% de las especies del Ecuador), de las cuales 43 (70%) se encuentran en el Parque Nacional Cajas y el Bosque Protector de Mazán y dos de ellas son endémicas. Este alto porcentaje se debe a que el parque posee condiciones únicas para la supervivencia de estas especies. Entre ellas, dijo el biólogo, está la ubicación en una zona de transición entre la región biogeográfica neotropical del Chocó y la bioregión Tumbesina.
Además la presencia de un sistema lacustre con más de 784 lagunas son la impronta de la última glaciación (baja temperatura del Tierra) hace 10.000 años. Del mismo modo, la cercanía entre la divisoria continental en Tres Cruces y la línea de costa, que es de apenas 62 km de distancia, es una fortaleza en toda la costa del Pacífico en Sudamérica. Finalmente, la presencia de 4 ecosistemas claramente definidos como son el Bosque de Neblina Montano, Bosque Siempre Verde Montano Alto, Páramo Herbáceo (pajonal) con sus comunidades vegetales Bosque de Polylepis y Páramo de almohadillas y el Herbazal Lacustre Montano.
El registro de 43 especies ha sido la recopilación de bibliografía y el resultado de algunos trabajos de tesis, sin embargo, muchos de estos informes no han sido validados a nivel de campo. Por otra parte, no se conoce el estado actual de las poblaciones de estos mamíferos, y a pesar de que el Parque Nacional Cajas y el Bosque Protector Mazán son áreas protegidas y controladas, “existen eventos de cacería ilícita, lo cual amerita establecer un monitoreo de meso y megafauna, con el fin de obtener datos de riqueza y abundancia de la mastofauna local”, indicaron los funcionarios del Parque.
De estas 43 especies, 13 son meso y megamamíferos. 11 de ellas ocuparían las zonas boscosas, con lo cual habría la posibilidad de encontrarlas en los sitios de estudio. Con el establecimiento de un monitoreo a largo plazo se podrán proponer medidas de conservación local que permitan tomar acciones tempranas en pro de la protección de los mamíferos de ambas áreas protegidas.
Otro de los animales que les ha llamado la atención y que ha sido visto en el Parque Nacional es el puma. De este animal se ha obtenido una sola foto, tomada en el bosque de Mazán, muy cerca de los pajonales. Estos felinos tienen un territorio de vida de más de 100 kilómetros y quizás es por eso que aparecen de vez en cuando.
Fue encontrada también el yamala, una especie de venado pequeño y propio de los bosques de este lugar. “Es un venado de pielrojiza, con patas negras hasta las rodillas”, dijo Sánchez. También andan por estos lugares el cuchucho andino, aunque esta especie no está dentro del peligro de desaparecer. La guanta del monte también camina por estos senderos y difiere mucho de la guanta de la costa. El lobo del páramo también fue fotografiado en las montañas, y también es conocido como el raposo, el añaz o zorrillo. Asimismo, el puerco espín andino o guabur, cuyo sonido se semeja a su nombre, pero está amenazado por la deforestación que existe en estos lugares, sobre todo por la tala y la quema.
Según Sánchez el conejo silvestre deambula en este sector y tiene un pelaje largo, al igual que el chucurillo, que es conocido también como la comadreja andina. Estos animales son repudiados por los habitantes porque se comen las gallinas, los pollos o los huevos y por eso los matan. Ello incide para que vayan desapareciendo con el paso del tiempo.
Aún se recopilan las fotos que se han tomando durante este año, ya que otras especies figuran en estos bosques que están en el occidente y a 45 minutos de Cuenca. Este estudio, que se inició en noviembre del año anterior y que finaliza -la primera etapa- en el mismo mes de este año tiene por objetivo generar una línea base y registro de las especies de meso y macro mamíferos de los bosques de Mazán y Llaviuco para conocer la diversidad de este grupo de mastofauna.
Como fines específicos están determinar la distribución de las especies registradas, según el tipo de vegetación al que están asociadas; comparar la diversidad entre los dos sitios de estudio y conocer el estado de conservación de estos bosques para generar herramientas de manejo.
En 90 días de foto-trampeo se han registrado 9 especies de mamíferos medianos en 376 fotografías positivas. El Pudu o Pudu mephistophiles ha sido registrado hasta el momento como el animal de mayor presencia, seguido de Cuniculus taczanowskii o guanta del monte, luego está la Nasuella olivacea o coatí andino y Leopardus tigrinus o tigrillo. En cuanto a la frecuencia de actividad, se ha podido concluir que hasta el momento el 85% de las especies registradas tiene un patrón de actividad nocturno y el 15% restante comparte su actividad en horas crepusculares y en la noche.
Aún no se han realizado análisis de densidad poblacional, preferencia de hábitat ni estado de conservación de los ecosistemas puesto que el estudio finaliza en el mes de noviembre. Resulta sorprendente para los científicos la presencia de las especies Pudu mephistophiles y Leopardus tigrinus, ambas consideradas crípticas y en estados de conservación vulnerable. Resultan ser relativamente abundantes y se presentan en más del 80% de las cámaras trampa.
Otros estudios manifiestan que dichas especies se encontrarían en sitios que presenten características óptimas para la existencia de estos animales, considerándose que requieren de condiciones de salud ecosistémicas buenas para poder desenvolverse. Es necesario el análisis con programas como Capture y otros para lograr determinar el verdadero estado.