El personaje
Don José, el hombre que deja los zapatos como un espejo
Hace más de 10 años llegó hasta el parque Calderón de Cuenca José Farfán, su intensión era lustrar zapatos. Al principio le fue difícil porque esos sitios estaban ocupados, pero su persistencia dio resultados.
Desde entonces no se ha movido del portal de la calle Benigno Malo. Todos los días llega a las 7:00 y se retira puntualmente a las 15:00. Cumple su trabajo de lunes a domingo, aunque este último día se retira a las 12:00, pues —comenta— quiere regresar pronto a su casa para descansar, arreglar su vivienda y estar listo para el día siguiente.
Con una sonrisa recibe a sus clientes que ya saben cómo deja los zapatos: “brillando como un espejo”, como dice Mario Santos, un ciudadano que gusta del trabajo de don Pepe. Hay momentos en que los clientes deben esperar leyendo el periódico y prefieren a José Farfán, pese a que su lado existen otras personas con este mismo trabajo.
“Yo he lustrado los zapatos de muchas autoridades, incluso al señor alcalde, pero cuando viene es un poco callado, no conversa mucho”, señala don José.
Farfán se dedicó a esta labor, luego de haber trabajado en el cantón Santa Isabel, donde estuvo como mayordomo durante un buen tiempo. “Me fue bien, trabajé duro en este sector cuidando una finca, pero ya tocó salir y me quedé sin trabajo”.
Tras esta situación se puso a vender helados por las calles de Cuenca, “un día se vendía, otros no, porque nunca se sabe si hará o no frío en la ciudad”.
A su edad no piensa en retirarse de su empleo, “solo quiero que no nos saquen este lugar”, indicó. (I)