En la actualidad, las exigencias profesionales son muy elevadas. Bajo los estándares de competitividad que se han estableciendo en el ámbito mundial, realizar estudios de cuarto nivel es un requisito casi indispensable para quienes tienen solo universitarios.

Entre los estudios adicionales que se ofrecen en el país están, en su mayoría, los diplomados, con una duración corta y períodos llevados por ciclos. Estos no son de cuarto nivel, pero sí brindan un valor agregado al título universitario. El estudiar una maestría ha ganado espacio en el Ecuador. Estas pueden durar entre 1 o 2 años, mínimo.

Existen distintos tipos de maestría, cada una acorde al entorno en que se desenvuelve el posgradista. Dentro de la carrera educacional, los docentes deben realizar estudios de cuarto nivel para ascender en la escala de calificación de títulos, en la que una maestría en educación equivaldría a la mayor parte del puntaje en un concurso de méritos y oposición, según el Marco Legal Educativo.

Maribel Salmerón, magíster en Educación Superior, considera que es muy importante que los docentes obtengan el título de máster. “Es indispensable que los educadores nos preparemos más, esto con el fin de estar a la par con las exigencias sociales, profesionales y las necesidades de los estudiantes”, manifiesta Salmerón.

Eduardo Flores, estudiante de Ingeniería Agroindustrial en la Universidad Laica Eloy Alfaro, planea realizar una maestría después de graduarse. “Es importante realizar estudios de cuarto nivel, ya que se adquiere un conocimiento que estará por encima del resto de profesionales de la rama. Además, esto implica un desarrollo personal”, expresa el universitario.

Rosy Flores, quien tiene estudios complementarios en Educación Universitaria por Competencias, acota que “tener un título de cuarto nivel es una garantía de desarrollo personal, sin importar el ámbito en que se desenvuelva el individuo”.