Debe existir un mayor control con los menores
El exceso de libertad a los hijos puede traer problemas
El darle su espacio a los hijos es cada vez más común en nuestra sociedad. Ser flexibles con las reglas, darles la razón aún sin que la tengan y llenarlos de privilegios puede causar a estos menores un futuro con potenciales problemas de adaptación a la sociedad.
En el país, muchos jóvenes suelen confundir el término ‘libertad’ con ‘libertinaje’. Cuando el padre no reconoce que está dando demasiado espacio a su hijo, puede dar paso a que este caiga en el libertinaje.
Al llegar a la mayoría de edad, el joven va a querer ser libre, sin límites ni restricciones. Un viejo refrán dice que ‘todo exceso es malo’ y esto bien se puede aplicar a la crianza de los hijos.
En caso de darse libertad sin responsabilidad, el adolescente puede sobrepasar estos límites y llegar al libertinaje.
Este término, tan usado al momento de hablar sobre comportamiento, es una problemática social. Los padres consideran que hacen bien al momento de sobreproteger a sus hijos, cuando no es así.
Los padres deben dialogar, guiar, entender y apoyar a sus vástagos, les deben inculcar valores humanos, enseñarles a que tienen deberes y también derechos.
Solapar las insolencias y más aún culpar a la sociedad por el comportamiento del hijo es el peor error de los progenitores.
Los hijos reflejan la educación que hay en casa. Tienen a la familia como el primer pilar de aprendizaje en sus vidas.
En ocasiones, los jóvenes, por el simple hecho de vivir nuevas experiencias, recurren a estupefacientes, alcohol y tabaco, entre otras cosas. Los padres deben ser amigos de sus hijos, deben mostrarse abiertos y encaminarlos por el buen camino.
Cuando el menor no fue corregido en la infancia y los padres le quieren poner orden siendo adolescente, es muy viable que se presente la rebeldía en los chicos.
En los colegios, los profesores pueden ayudar a encaminar a los menores, pero cuando la educación básica no viene desde la casa, la tarea es más difícil. (O)