Los moradores se reunieron con la policía a fin de evitar incidentes
Vecinos piden más control en La Estación
El barrio La Estación, al occidente de Latacunga, es conocido por la venta de hallullas y quesos de hoja. Su nombre proviene de la estación de ferrocarril que data de 1943.
Según los vecinos, hasta hace 2 años este sitio era tranquilo. Ahora consideran que se volvió inseguro, y el martes pasado 80 moradores se reunieron para analizar este asunto acompañados de la Policía Nacional.
Víctor Hugo Huertas, presidente de la barriada, explicó que el ambiente de inseguridad es causado por la presencia de desconocidos que acuden en busca de los servicios de trabajadoras sexuales.
Ellas, se sitúan en la esquina de la avenida Marco Aurelio Subía, en las inmediaciones del Puente Deprimido. “A veces están 2 y otras 5”, aseguró. Por su parte el intendente Mario Sandoval aseveró que de 17 a 20 chicas laboran desde las 17:00, de cualquier día. Sostuvo que provienen de Ambato y del Litoral.
Huertas reconoce y respeta los postulados de la Constitución en la que no se puede impedir a nadie el derecho al trabajo. Lo que solicita es que las autoridades ubiquen a las trabajadoras sexuales fuera del perímetro urbano.
‘Javier’, dueño de una zapatería próxima a la esquina donde hombres y mujeres buscan clientes, dice que pasadas las 22:00, de lunes a sábados, hay peleas callejeras por los robos y el consumo de licor. Sandoval reconoció que esta actividad conlleva riesgos y malestar para los vecinos.
“Como autoridades debemos respetar los derechos humanos y no podemos retirar con fuerza ni violencia a esas personas. Para intervenir, debemos encontrarlos en actos sexuales o inmiscuidos en escándalos públicos”, aclaró.
Pero los escándalos no son lo único que preocupa a ‘Erika’, una chica de 19 años, que pasa a diario por el lugar para llegar a su casa al salir de clases en la Universidad de las Fuerzas Armadas. “Me da miedo que me agredan porque no les gusta que los vean. El pasado viernes me insultaron”, señaló la joven. “Promulgar un barrio unido”, fue el principal postulado que se resolvió luego de la reunión del martes.
Los moradores se comprometieron a gestionar la construcción de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC). Además, esperan más recorridos con los 40 nuevos patrulleros y las 15 motocicletas.