‘Carolina’ tiene 43 años y desde hace 8 meses decidió prestar sus servicios sexuales para su manutención y la de sus hijos. Es de origen costeño y meses antes perdió a una hija  y otro está detenido.

Explicó que junto a otras ‘colegas’ optaron por laborar en la calle Antonia Vela (centro Latacunga) por el movimiento del lugar.

Además todas sus compañeras también son mayores de 40 años, lo que a decir de ‘Carolina’ le resta competitividad en los centros de tolerancia, donde hay mujeres más jóvenes preferidas por los clientes.

“La vida es muy dura. Nos dedicamos a esto, no por gusto sino por obligación”, manifestó. Ella afirma que en varias ocasiones ha sido víctima de agresiones por parte de sus clientes, moradores y comerciantes del sector El Salto.  

Por este desacuerdo, los moradores y las trabajadoras sexuales se reunieron en días pasados en el auditorio del Centro de Atención Ciudadana (CAC), junto a representantes de la Comisaría Municipal y de la Intendencia de Cotopaxi.

El objetivo era llegar a consensos para evitar más conflictos.

Sin embargo, tras escuchar las posturas de parte y parte, y al no lograr un acuerdo, se resolvió retomar las conversaciones en 15 días.

Hugo Ávila, comisario municipal, explicó que la ordenanza es clara y en ese sentido establece que la vía pública no puede ser utilizada para esta actividad.

Dijo haber sido objeto de agresiones verbales por parte de las trabajadoras sexuales.

No obstante, las ocho mujeres que asistieron a la reunión aseguraron guardar respeto por los moradores de la localidad y que no han propinado amenaza alguna.

Aseguraron que las culpables son otro grupo de trabajadoras, las cuales son ‘nuevas’ en la zona.     

Cristian Monge, representante del Municipio de Latacunga, sugirió que cuando se susciten estas agresiones sean denunciadas en la Fiscalía para evitar que se repitan y también para contar con pruebas físicas al momento de buscar los consensos.

Fabián López, de la directiva del barrio El Salto, manifestó que han recibido amenazas de las meretrices que se ubican en la calle Antonia Vela. Aseguró que los comerciantes del sector tienen un declive en las ventas debido a la presencia de las mujeres en el lugar.

Según el directivo la delincuencia también aumentó. (I)