Con los ojos llorosos, el rostro pálido y las manos temblorosas, Elsa, una de los pasajeros que resultaron ilesos del volcamiento de un bus el sábado en la vía Sigchos-Pujilí, espera atención en uno de los pasillos del hospital de Latacunga.

Acompañada de sus padres y hermano mayor, esta estudiante de 14 años sufrió un corte en el labio superior, daños en la dentadura y golpes en todo el cuerpo. Pero su mayor problema es la ansiedad postraumática. “Creo que mi hija necesitará  mucho tiempo para olvidar la desgracia y las horribles imágenes de la muerte de sus compañeros y de un profesor”, dice su padre, José Jami.

La menor recuerda entre lágrimas y con voz entrecortada, que el sábado se trasladaba con 33 compañeros desde Samilpamba y otros poblados del cantón Sigchos hacia el Colegio Experimental Intercultural Bilingüe Jatari Unancha, situado en el sector Guangaje de Pujilí a hora y media de Latacunga.

“Al igual que todos los fines de semana, salimos a las 06:00 y recogimos a los compañeros en Cuadrapamba, Chuquirapamba y Quilapamba. Todo marchaba bien hasta más o menos las 07:30 cuando el bus verde de la institución perdió el control y nos despeñamos por la ladera”, comenta la menor.

En este momento del relato, la chica hace una pausa, llora y busca los brazos atentos de su madre. Pese a que aún no se han determinado las causas exactas del volcamiento, Elsa sospecha que fallaron los frenos.

Los alumnos que iban en el vehículo accidentado estudiaban en la modalidad semipresencial y asistían a clase los sábados y domingos, desde las 07:00.

Entre semana, los chicos ayudan a sus padres en las labores del campo, ya que en las comunidades cercanas a Guangaje abundan los sembrados de papa, haba, arveja y chocho, entre otros.

Wilson Ugsha, otro de los sobrevivientes que se recupera en la misma casa asistencial, presenta un cuadro similar. “Mi hermano tiene un golpe en el cuello. Los doctores dicen que no es grave. Pero lo que nos inquieta es su intranquilidad, a pesar del cuello ortopédico, se levanta y llora con desconsuelo”, explica su hermana  María Ugsha.

Al menos otros 10 chicos presentarían este estado de ansiedad. Mélida Soria, médico particular, recomienda ayuda psicológica para los jóvenes. “Tras una desgracia así, los sobrevivientes pasan por un torbellino de sentimientos y emociones. Si no es tratado por profesionales de la psicología, corre el riesgo de padecer en el futuro toda clase de fobias y miedos”, dice Soria.

A 17 AFECTADOS SE LES DIO EL ALTA EL SÁBADO

A 3.500 metros de altura, al este del Quilotoa, donde el 95% de sus 8.026 habitantes se dedica a la agricultura y los tejidos, está la parroquia Guangaje (Pujilí). En ese sector se volcó el bus a las 07:15 del sábado, según Adrián Romero, jefe del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de Cotopaxi. En su opinión, el automotor circulaba con exceso de pasajeros, pues tenía capacidad para 30 y llevaba 37. La mayoría eran estudiantes.

Los fallecidos son: Lutuala José, presidente del Comité de Padres de Familia; y Tipan Narcisa, Tipan Wuilmer y Tuitise A Byron, estudiantes. 10 presentaron politraumatismos, (una tiene 26 años y un embarazo de 27 semanas); 2 tienen traumatismo craneoencefálico y un joven de 19 años tiene trauma abdominal. Estos últimos están en el IESS de Latacunga.

Los 17  heridos del  Hospital Rafael Ruiz de Pujilí, llegaron antes de las 10:00  del sábado y se les dio de alta a las 13:00, tras radiografías, chequeos y sutura de  heridas. “Todos están fuera de peligro”, indicó Roberto Chiriboga, director. El conductor del bus escapó. Tenía 18 años.