Este sitio cobró importancia desde 1742
La Merced es uno de los atractivos de Latacunga
La iglesia del barrio La Merced, en el centro histórico de Latacunga, es parte de un circuito turístico que cada año atrae a cientos de visitantes locales y del exterior.
Según la historia, desde 1640 hubo una capilla en el mismo lugar que hoy ocupa este templo (calles Sánchez de Orellana y Quijano). Desde entonces, este sitio se convirtió en una de las barriadas más representativas de Latacunga.
La Merced debe su nombre a la ‘patrona del volcán’, como se conoce a la imagen de la Virgen de las Mercedes, que según la leyenda protegió a los latacungueños de las erupciones del volcán Cotopaxi.
Por este motivo, los festejos de gratitud empezaron en 1742 y con el tiempo derivaron en el famoso desfile de la Mama Negra. “Los indígenas de la zona oriental crearon esta fiesta y se asentaron en ese lugar, debido a la cercanía de la iglesia donde reposa la imagen de la patrona”, explica Luis Freire, historiador latacungueño.
Más tarde cuando el centro de Latacunga se definió en los alrededores del parque Vicente León, el barrio La Merced se convirtió en una suerte de periferia que agrupó al comercio formal e informal.
La gastronomía popular como la fritada, morcilla y los motes con tripa hasta la actualidad llaman la atención de los feligreses que salen de misa. Con los años este sitio se volvió un centro de encuentro.
La Congregación Mercedaria
Una de las leyendas que asustaba a los niños de ese tiempo era la de supuestos ruidos (música de piano) que se escuchaban detrás de la antigua congregación de los padres Mercedarios, localizada donde hoy funciona el colegio Victoria Vásconez Cuvi. Poco a poco esa zona se fue poblando y los sonidos desaparecieron e incluso fueron olvidados.
Según Freire, las calles del barrio contenían cantinas y rocolas que convocaban a los jóvenes, especialmente los viernes y sábados.
El historiador establece la diferencia entre las rocolas de antaño y los bares de hoy. En las primeras el objetivo era la tertulia, el encuentro social, mientras que en los segundos se enfatiza más en el consumo de bebidas alcohólicas.
“Creo que ese es el miedo, que este hermoso barrio, lleno de tradición, se convierta en una zona roja”, comentó Mariana Silva, habitante del sector. Hoy los turistas llegan al barrio atraídos por la belleza arquitectónica de su iglesia que forma parte del patrimonio de la ciudad.
Esta fue construida antes de 1700 y reconstruida después del terremoto de 1797. Fue edificada en base de un plano de Cruz Latina, con una sola nave y dos cruceros, que destacan su estructura por la nave central y realzan una artística cúpula.
Pero el terremoto de 1949 destruyó la torre que se precipitó sobre la puerta principal. Con el tiempo fue reemplazada por una torre que no tenía las mismas características.
Sin embargo, los turistas extranjeros especialmente de Europa la retratan y la exaltan como una de las piezas coloniales más destacables de Latacunga.
El punto de movimiento en el barrio es en el mercado Pichincha. A las afueras se conserva en cierta medida la tradición de la venta de tripas, morcilla y del choclo mote.
A su diestra se levantan las vendedoras de frutas y verduras, las populares ‘caseras’ que en su mayoría son oriundas de otros sectores, pero que son amantes del barrio.
La orden religiosa
En 1648 Felipe IV autorizó la creación en Latacunga de la Orden Religiosa de la Merced, para evangelizar a 15 pueblos indígenas y enseñar las artes básicas.
El convento servía únicamente de hospedaje para los sacerdotes que pasaban de Quito a la Costa o Cuenca. Más tarde los religiosos se quedaron para ser los guardianes de la fe a la Virgen de Las Mercedes.
El 24 de septiembre se realiza una manifestación costumbrista en el teatro popular denominada ‘Capitanía de la Mama Negra’.
Daniel Vélez, superior de la Orden, el objetivo es recobrar la espiritualidad y la fe.
DATOS
El Centro Histórico de Latacunga es un bien del Patrimonio Cultural del Ecuador desde el 25 mayo de 1982. Abraza un área de 30 manzanas con edificaciones del siglo XIX.
El mercedario, Benigno Zapata Duque, cuenta que la vida dentro de la congregación está dedicada al amor a Dios y al prójimo. Es conocido por los comerciantes del mercado Pichincha por su labor social.
Otros templos atractivos en la zona central son la Catedral que fue construida en 1975. Además, El Salto (1798), San Agustín (1579), Santo Domingo (1608), San Francisco (1556) y San Sebastián (1561).
La más visitada es la iglesia de Santo Domingo que está entre las calles Guayaquil y Sánchez de Orellana. Posee un estilo romántico, con plata de luz latina en la nave.