Más de 60 personas de la comunidad Bactinag, en el cantón Alausí, fueron evacuadas debido a la reactivación de deslizamientos de tierra que se presentan continuamente en esta zona de Chimborazo.

Bactinag es una zona agrícola de la parroquia Achupallas. Está ubicada a 27 kilómetros de la cabecera cantonal a 3.500 metros sobre el nivel del mar. Allí viven unas 300 personas que se dedican a la agricultura y la ganadería.

El pasado 13 de agosto de 2016, un fuerte estruendo asustó a  las familias que se encontraban en los campos. Tras el primer impacto observaron un desprendimiento del cerro Tambor Pungo que descendió a gran velocidad.

El incidente dejó cinco viviendas colapsadas y 7 en inminente peligro, debido al abundante material que bajó por el costado derecho de la corona del cerro y que afectó una zona poblada con casas sencillas.

El miedo es pan de todos los días

“La tierra cae de forma inesperada. A veces llueve en la zona alta y remueve la tierra y las rocas. Nos causa mucho miedo. Mis cosas estaban en la casa, pero no mi familia, de lo contrario hubiese sido más doloroso”, manifestó José Sayago, uno de los afectados.

Debido a la gran cantidad de lodo un tramo de la vía La Moya-Achupallas se interrumpió por varias horas. Durante la inspección que efectuaron técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) se observaron fisuras en la calzada.

Los escombros también obstruyeron el cauce normal del río Azuay, mientras que en la parte alta del derrumbe quedó afectada la vía Shuid- Bactinag. “Estamos preocupados. Tenemos que salir porque en cualquier momento podría desplomarse toda la montaña. Nuestra vida, nuestro trabajo estaba en la comunidad y ahora  vamos a perder las cosas que logramos con tanto sacrificio”, dijo Manuel Gahui, otro perjudicado.

De acuerdo con el informe de la SGR, ese lugar presenta un riesgo alto para los habitantes. “Hay fallas geológicas que se encuentran en el mapa de amenazas por movimientos en masa. Las laderas no tienen quebradas, las lluvias constantes pueden generar inundaciones con una tendencia de alta a muy alta”, aseguró Patricia Cornejo, coordinadora (e) de la entidad.

En la actualidad las 24 familias se encuentran en el albergue Mapaguiña de Alausí. Allá llegó personal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) a proporcionarles lo necesario para su permanencia en ese lugar.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) dispuso ayer que  la vía de acceso a la parroquia Achupalllas se cerrara definitivamente a la circulación vehicular y de personas con el fin de resguardar la integridad física de los pobladores.

“Hace dos años se recomendó que los grupos familiares salieran del lugar. Eso le corresponde al Municipio de Alausí, pero todavía se esperan las gestiones”, añadió Cornejo. Ayer se conoció que el Concejo Cantonal ya habría realizado la expropiación de un terreno para el traslado definitivo de Bactinag.

Los antecedentes

El 15 de diciembre de 2014, las comunidades Bactinag, Paccha y San Antonio fueron declaradas en emergencia por las autoridades.

Las fuertes lluvias que se presentaron en la parte alta del cerro Tambor Pungo desprendieron grandes masas de tierra que descendieron a gran velocidad. La gente jamás pudo recuperar la tranquilidad.

De hecho, el 28 de noviembre del 2014 se registró otro deslizamiento que interrumpió la vía Alausí-Achupallas-La Moya. Los habitantes se vieron obligados a usar caminos alternos y en mal estado. (I)