Evangelizar mediante manifestaciones artísticas es el objetivo de Guambra Mashca, uno de los proyectos vacacionales que tiene la Casa de la Juventud, creada hace 30 años por la Diócesis de Latacunga. Esta labor empezó por iniciativa de 8 jóvenes vinculados con el arte.

Ellos decidieron, hace unos 10 años, utilizar sus aptitudes en la guitarra, piano, baile y actuación, para atraer a los niños y adolescentes y de ese modo reforzar su formación cristiana.

Una de las fundadoras es Joanna Martínez, quien todavía no abandona el entusiasmo inicial. Empezó cuando era adolescente y ahora bordea los 30 años. Su proceso de vinculación se produjo de mano de las Hermanas Franciscanas de la Juventud, encargadas de esta casa que está situada en el centro de Latacunga.

Guambra Mashca oferta cursos de guitarra, pintura, danza, manualidades y cocina. Cada taller tiene capacidad para 30 aspirantes.

Las clases son de lunes a viernes, de 15:00 a 17:00. Pueden inscribirse chicos de 6 a 12 años. El costo es de $ 5 y los instructores son jóvenes y adultos. La inauguración se efectuó el sábado pasado en la noche.

Cerca de 70 personas asistieron para disfrutar de la presentación de grupos como Mashca Danza Infantil y música, entre otros actos.

El prefecto, Jorge Guamán, participó también rodeado de 3 generaciones de personas que han pasado por el lugar formando parte de los diferentes grupos juveniles cristianos guiados por las religiosas.

Sandra Álvarez, misionera franciscana, explicó que “educar a los jóvenes para la vida es la esencia de esta organización católico-cristiana”. Destacó que uno de sus mejores logros fue impedir que los adolescentes con problemas cayeran en drogas o en la delincuencia.

Para Gioconda Chiliquinga, de 32 años, pertenecer a estos grupos es como una guía espiritual que le ayudó a enfrentar los líos de juventud. “Aprendo a desenvolverme en el mundo, los adultos aún necesitamos conocer de la palabra de Dios y ser mejores personas”, aseguró.