Es una parada para conocer la historia local y la importancia en el desarrollo agrícola y comercial
El tren también reactivó la estación de Latacunga (GALERÍA)
Ubicada en Latacunga, la estación de trenes es una de las paradas ferroviarias más tradicionales del Ecuador. Fue inaugurada el 22 de junio de 1907, con la llegada de un tren que partió desde Quito.
Desde esa fecha, se destacó por ser el punto intermedio entre Guayaquil y la capital. También por ser uno de los centros de acopio y distribución de productos agrícolas más grandes como la papa, maíz, cebolla, zanahoria y frutas típicas de la región interandina.
107 años después, la estación está restaurada y habilitada, para hacer recorridos turísticos que traen visitantes de la Sierra y la Costa. Es también una parada obligatoria para quien desee conocer la historia de Latacunga y su importancia en el desarrollo agrícola, comercial y tecnológico de la región central.
“Aquí se realizaba toda clase de negocios. Los comerciantes del país traían productos bajo pedido para grandes empresas. Algunos mercaderes traían ropa, calzado, bisutería, artículos de hogar y efigies religiosas para hacer feria en San Felipe, pero muchas veces no sucedía así porque los compradores les esperaban y se realizaba la comercialización en la misma puerta de la estación”, recuerda Víctor Sánchez, artesano local.
Datos
La venta de artesanías se realiza los sábados y feriados, en 8 quioscos que están afuera de la estación. Allí se ofertan sombreros, pulseras, ponchos, gorros, herramientas agrícolas, artículos para el hogar, efigies religiosas y tapices de lana.
En la actualidad, la ruta de la Avenida de los Volcanes, de jueves a domingo, da vida a esta terminal. Ese recorrido trae visitantes desde la estación de Chimbacalle en Quito y pasa por Machachi y El Boliche, antes de arribar a Latacunga.
Separada del centro de la ciudad por la Panamericana, y cerca del barrio San Felipe, la estación es un museo con reliquias de la época dorada del tren ecuatoriano.