El sendero de los hieleros incentiva el turismo
El Chimborazo cobija a su hijo más fiel
En medio de paisajes verdes y la imagen imponente del nevado Chimborazo surge la historia viviente del último hielero: Baltazar Ushca, quien con su empeño y dedicación ha logrado cautivar la atención de propios y extraños.
Desde que tenía 15 años, este caminante sale desde su comunidad Pulinguí, ubicada en la parroquia San Andrés, del cantón Guano, y recorre alrededor de 6 horas. Su objetivo es llegar al volcán ubicado a 6.310 metros sobre el nivel del mar. Debido al calentamiento global, el producto ya no se lo encuentra con facilidad.
Su compañía inseparable son sus dos burros a los que cariñosamente llama ‘Julie’ y ‘Widinson’. Con mucho esfuerzo, Ushca sube con sus herramientas: una pala, un pico y un hacha las cuales utiliza para escarbar y encontrar los glaciares.
Este trabajo requiere de sacrificio y fortaleza física. En el pasado, más de 40 personas solían dedicarse a esta labor, pero la abandonaron por el empeño que demanda.
A sus 71 años, este chimboracense de mediana estatura continúa realizando la misma rutina. Así, escala el Chimborazo y baja bloques de hielo que son comercializados en los mercados de Riobamba por un valor total de $ 20 (su ganancia). Esta materia prima es usada en los jugos que acompañan al hornado, plato típico de la ‘Sultana de los Andes’.
La labor de Baltazar ha despertado la curiosidad de turistas que buscan acompañar al ‘Último Hielero’ en su recorrido. Ellos quieren experimentar, sentir y contar historias relacionadas a este hombre que ha mantenido viva una tradición.
Sin embargo, el camino no es el más óptimo para quienes desconocen el sector. En muchos casos es riesgoso para los visitantes.
Rehabilitación del sendero
El Gobierno Provincial de Chimborazo, en un convenio con el Ministerio del Ambiente (MAE), decidió invertir en la Reserva Faunística Chimborazo, mediante la obtención de recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente.
Para ello, en 2015 realizaron estudios del sector, con el fin de construir y rehabilitar 5,7 kilómetros desde el sector de Sanjapamba, parroquia San Andrés, hasta los glaciares. Se trata del recorrido que realiza Baltazar Ushca.
Así es como nació el nombre de el ‘Sendero de los Hieleros’, con el propósito de incentivar el turismo en la reserva y generar recursos para los habitantes de la zona de incidencia del nevado.
La inversión total del proyecto es de $ 330 mil, los cuales fueron desembolsados en tres fases. La primera, en julio de 2015, con $ 165 mil que se destinaron a la rehabilitación de 2,5 kilómetros del camino.
Este solía ser un chaquiñán (ruta) sin ninguna señalización y visible solo para quienes conocen la montaña. En la actualidad fue rehabilitado con materiales de la misma zona a fin de preservar el medio ambiente.
“Utilizamos piedras que se compactaron y formaron un piso. Posterior a ello fueron distribuidas para que al momento de llover, el agua corra y no forme charcos o dañe la nueva infraestructura”, señaló Carlos Bonilla, coordinador de Gestión Ambiental de la Prefectura.
Se prevé que este año se ejecute la segunda fase, la cual se enfocará en la señalética y la construcción de baterías sanitarias. Así mismo, la implementación de chozas rústicas que permitan a los turistas pernoctar o incluso quedarse por varios días.
El proyecto finalizará en 2017 con la capacitación de las personas que habitan en las cercanías de la reserva para que reciban al turista.
Baltazar, el guía líder
En esta iniciativa consta que Ushca será el guía principal. Su experiencia será compartida con aquellos que intenten seguirle el paso en su recorrido. Para ello el Municipio de Guano lo ingresó en su personal. Él recibirá el pago de una remuneración básica, más los beneficios de ley.
Aunque el proyecto finalizará el año que viene con la capacitación de las personas cercanas a la reserva, al momento ya se puede ingresar.
Aquello se debe hacer con el acompañamiento de Baltazar y bajo la tutela del MAE. “Hemos tenido malas experiencias y hemos visto que personas sin escrúpulos ingresan por el sendero con motos o cuadrones, dañando el camino. El sitio es para caminar, disfrutar del paisaje, de la flora y la fauna del nevado. Por ello exigiremos más control”, añadió Bonilla.
Cada año, a la Reserva Faunística Chimborazo llegan alrededor de 200 mil personas, tanto en turismo interno como extranjeros. “Esperamos que esta cifra aumente y genere trabajo para los ciudadanos del sector, que ya podrían implementar el turismo comunitario. Sin duda es una excelente inversión y esperamos finalizarlo lo más pronto posible”.
La historia de Baltazar está plasmada en una película que se estrenó en el Festival de Cine de Tribeca 2012, en la ciudad de Nueva York (EE.UU.). (I)