Obras sobre río Ambato costarán $ 642.659
Los trabajos de estabilización de taludes superiores e inferiores de la calle Las Dalias de Ambato, ubicada en el barrio Miraflores, tendrán un costo de $ 642.659.
Así lo da a conocer un comunicado del Municipio, entidad ejecutora de la obra, en el que, además, se aclara que el proyecto tendrá dos etapas.
A un costado de dicha arteria vial, en un tramo de aproximadamente 50 metros, se encuentra un enorme paredón de gran contenido pétreo, del cual constantemente se desprenden rocas.
“La situación empeora en temporada lluviosa, lo cual pone en peligro a transeúntes, conductores y vehículos que transitan por el lugar. La intervención responde al pedido y clamor de los moradores del sector”, dijo el alcalde Luis Amoroso.
Allí se ejecuta la primera fase del proyecto. La inversión asciende a $ 90.532 y contempla la instalación del suministro de tuberías PVC perforadas, malla electrosoldada y colocación de las varillas para el anclaje.
Además, se edificarán muros y aceras de hormigón y se harán obras complementarias de la calle Las Dalias.
“Los trabajos cuentan con todos los permisos correspondientes y evitarán nuevos desprendimientos de material pétreo, sobre todo en época lluviosa”, agregó el burgomaestre.
A lo largo de la avenida en mención hay viviendas, varios edificios de apartamentos, una gasolinera y funcionan pequeños negocios.
Por la parte baja del sector fluye el río Ambato, cuyas aguas han ido socavando constantemente los enormes taludes que limitan con el parque El Sueño y Paseo Ecológico del barrio Ficoa.
Segunda fase del proyecto
Justamente allí se ejecuta la segunda parte de la obra. Se trata de la estabilización de los paredones que sostienen una mesa sobre la cual se encuentran las viviendas.
Jorge Aguilar, técnico de la Unidad Municipal de Riesgos, explicó que “los trabajos se consideran de mitigación y son muy necesarios para reducir el impacto del permanente movimiento vehicular que presenta el barrio”.
A más de esto, el funcionario recordó que desde hace varias décadas los vecinos han sufrido la vulneración de sus casas y negocios por el constante descenso de piedras, vegetación y tierra. En esta segunda etapa la Municipalidad invierte $ 552.127, la cual presenta un avance del 50%.
“Por años hemos pedido a administraciones anteriores la estabilización, sin respuesta favorable. En las viviendas ya se comenzaba a observar problemas, tales como fisuras en los patios, paredes y ventanas; tomando en cuenta que la ciudad se asienta sobre varias fallas geológicas, el proyecto es de carácter prioritario”, dijo Marco Suárez, vecino del barrio Miraflores.
La zona intervenida al pie del río Ambato presenta altos niveles de desestabilización, debido a que el afluente impacta en el enrocado que rodea un paso elevado del lugar.
Por su parte, Maritza Noriega, habitante de la calle Las Dalias, dio a conocer que la colocación de concreto en las paredes a un costado del río también impedirá que se arrojen desperdicios.
“A fin de compactar la capa de concreto se retiró una parte de la vegetación del talud, elemento que retenía los desechos sólidos que muchos ciudadanos arrojaban a las aguas por las noches. La contaminación provocó la aparición de roedores, malos olores y perros callejeros”.
Sugerencias de ambientalistas
No obstante, el retiro de especies vegetales de los paredones generó diferentes reacciones entre ambientalistas de Tungurahua.
Uno de ellos es Adrián Soria, biólogo de la organización Aves y Conservación, quien hace pocos días recorrió el lugar en compañía de otros ecologistas y funcionarios municipales a fin de analizar la factibilidad del proyecto.
“Se han retirado varios árboles, arbustos y especies vegetales en las que anidan, se alimentan y reproducen varias especies de aves e insectos. Si bien no estamos en contra del proyecto, recomendamos se conserve y siembre vegetación endémica que facilite la vida de los anfibios y pájaros migratorios”, comentó Soria.
El Cabildo informó que el Ministerio de Agricultura emitió el permiso para talar cuatro árboles de cholán, cuatro eucaliptos y tres cipreses, ya que estas dos últimas especies, al no ser nativas, causan graves impactos ecológicos y al suelo. (I)
La segunda fase del proyecto presenta un avance del 50%. Entre los trabajos ejecutados está la colocación de malla electrosoldada y concreto. Foto: Roberto Chávez / El Telégrafo