Casas dañadas por sismo aún no son reconstruidas
Un sismo de 4,6 que se registró el 18 de junio del año pasado, afectó a decenas casas en las parroquias San Fernando, Pasa, Tambaló y sus alrededores, unos 16 kilómetros al noroccidente de Ambato.
Los afectados por el temblor recibieron inmediatamente víveres y vituallas, y en ese momento, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) ofreció ayuda para la reconstrucción de las casas afectadas. Pero han pasado 10 meses y las viviendas aún no han sido reparadas.
El Miduvi realizó la declaración de emergencia como primer paso para la reposición de las estructuras dañadas. En ese contexto, las 55 familias afectadas tienen la posibilidad de recibir un bono de reposición de 6.000 dólares por vivienda. Los caminos para optar por dicha ayuda son dos: tener el título de propiedad avalado por la Secretaría de tierras o ser considerados como damnificados por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). Con el informe de esta última entidad más el análisis de rango de pobreza realizado por el Miduvi, la reposición estaría en proceso de ejecución.
Pero la mayoría de los afectados indicó que ya efectuaron el trámite para acceder a la reposición por emergencia. No obstante, la orden de ejecución junto con el informe de la SNGR, llegó recién la semana pasada.
Bolívar Morales, director del Ministerio en Tungurahua, manifestó que las viviendas afectadas fueron construidas por sus propios moradores utilizando técnicas deficientes en uno de los sectores más pobres de la provincia.
“Hemos estado esperando que la comunidad afectada pueda tramitar sus títulos de propiedad y el debido registro, a través de la Secretaría de tierras y el Registro de la propiedad, respectivamente. La semana pasada nos llegó un comunicado del Subsecretario de Vivienda en el que nos informaba que tan solo con el documento presentado en la Secretaría de tierras ya podemos empezar con el proyecto de reconstrucción. En la presente semana esperamos tener definido ya el proyecto, enviar a Quito los documentos, que se nos asignen los recursos y empezar con las obras”, dijo el funcionario.
Por otra parte, las opiniones de los habitantes y damnificados del sector, evidencian molestia e inconformidad con la aparente lentitud con que han avanzado los trámites y ejecución de las obras.
“Desde que se registró el temblor, solamente han venido una vez las autoridades a evaluar. Nosotros hemos ido con nuestras autoridades del Cabildo a solicitar que se nos arreglen las casas porque no tenemos recursos, somos gente pobre y necesitamos ayuda.
Ya casi es un año de esto y aún no nos han dado solución”, se quejó Salomé Punina, habitante del sector de 85 años y agricultora de profesión.
En total son siete los sectores afectados por el sismo: San Isidro de Tambaló, Pisag, Calamaca Grande, Guayama de Calamaca, Santa Ana Central, Santa Ana de Calamaca y San Vicente. El temblor provocó el colapso de tres viviendas y daños serios en otras tres más, las que deberán ser derrocadas; mientras que otras registraron efectos serios en paredes y techos. La mayoría de las casas fue construida de bloques, adobe, columnas de madera y techos de zinc.
María Juana de la Cruz, otra de las afectadas, manifestó que dos paredes de su casa se cayeron por efecto de la sacudida, tornándose imposible la reparación. La mujer, a sus 78 años, vive sola y se mantiene con la ayuda que su hija le brinda mientras sigue esperando la reconstrucción de su pequeña vivienda.
Cristina Bombón vive en una de las casas afectadas por el sismo. “Es muy peligroso vivir aquí, ya que existe el riesgo constante de que las bases cedan. Vivo con mis padres y no tenemos otro sitio a dónde ir por falta de recursos. Agradeceríamos a las autoridades o entidades encargadas que nos ayuden con nuestras viviendas para poder vivir dignamente”, señaló.