Ambato recuerda hoy 70 años del sismo que transformó su historia
La topografía, la economía, la arquitectura, el crecimiento demográfico y, sobre todo, la historia de Ambato fueron los aspectos que el terremoto del 5 de agosto de 1949 trastocó en la ciudad.
En la frágil memoria de los envejecidos, enfermos e incomprendidos sobrevivientes de la catástrofe, los recuerdos de aquel fatídico día se desvanecen poco a poco.
Hoy, ellos, sus hijos, nietos y bisnietos, conmemoran 70 años de tan importante suceso. Sus débiles voces describen los momentos previos y posteriores a la desgracia, con emociones y sentimientos diversos que siempre terminan en lágrimas.
Memorias de sobrevivientes
Uno de ellos es Jaime Robalino, oriundo de Alausí (Chimborazo). No obstante, creció en la capital tungurahuense y tenía 15 años cuando por primera vez experimentó un remezón.
“En aquel entonces era aprendiz de mecánica en la fábrica La Europea, ubicada cerca a lo que hoy es la Plaza Urbina. Precisamente el edificio en el que funcionaba la factoría se desplomó por completo, y sobrevivimos algunos jóvenes gracias a nuestra agilidad y reflejos”, dijo.
Jaime Robalino, uno de los sobrevivientes, participará del encendido de las velas en su hogar en honor a las víctimas (foto).
Cerca del lugar, en lo que hace siete décadas fue el centro histórico de Ambato, solo quedaron en pie cuatro edificios.
“Tras ayudar a la gente que quedó bajo los escombros, fui al cantón Pelileo. Allí el panorama era devastador; ni una sola casa quedó en pie y todas las familias lloraban el deceso de al menos uno de sus integrantes”, relató Robalino, entre lágrimas.
Hoy en día, este anciano, de 85 años, es un reconocido artesano y mecánico de precisión (reparador de relojes, vitrolas, alarmas y otros aparatos similares).
Junto a sus familiares más próximos, hoy planifica encender un par de velas en la intimidad de su hogar, como parte de un ritual que se repite cada año en honor a sus allegados y amigos fallecidos.
Un nuevo comienzo
De acuerdo a Víctor Hugo Núñez, historiador de Ambato, el terremoto marcó un hito en la historia de la urbe.
“Solemos recordarlo como un día trágico al 5 de agosto de 1949 y con justa razón. Empero el terremoto marcó nuestra realidad; tras esto la ciudad potenció su actividad comercial, creció de manera más planificada y, sobre todo, dio origen a la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), la celebración con mayor convocatoria del país”, explicó.
Por ende, continuó, el sector turístico se posicionó como una alternativa económica rentable y la programación artística y cultural se diversificó.
Como parte de los actos conmemorativos, de 09:00 a 11:00, el Cabildo ambateño preparó para este lunes 5 de agosto de 2019 una conferencia de seguridad ciudadana por realizarse en el emblemático teatro Lalama.
A media hora del lugar, en el cantón Pelileo, se hará el tradicional replique de campanas a las 13:55, hora exacta en que hace siete décadas ocurrió el fuerte sismo. (I)
RITUAL DE CADA AÑO
→Muchos sobrevivientes encienden velas y rezan cada año en esta fecha. Mientras que otros suelen ir a la catedral de Ambato, en cuyos exteriores, luego de la misa, se reúnen con sus contemporáneos .
→5 mil personas murieron en el terremoto en Ambato, Pelileo y más urbes de la Sierra centro.
Presentes florales
→Las autoridades de Pelileo colocarán ofrendas florales este lunes 5 de agosto en los vestigios de la iglesia de Pelileo Grande.