Bomberos viven distintas situaciones en la región
Desde que los municipios asumieron la competencia del manejo de los cuerpos de bomberos los que antes dependían del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), se mejoró su situación presupuestaria y de capacitación al personal. Sin embargo, las estaciones de la entidad en los cantones que no son capitales de provincia, tiene limitaciones para prestar su contingente. Falta de personal, instrumentos, locales propios, recursos, constituyen algunas de las limitaciones.
En Pastaza existen unidades del organismo de la casaca roja en los cantones Pastaza, Mera y la parroquia Shell. Santa Clara y Arajuno no cuentan con este organismo.
En la ciudad de Puyo, la unidad de bomberos cuenta con una estructura orgánica de 54 integrantes de planta entre oficiales, tropa, personal administrativo y tan solo cuatro voluntarios.
El comandante Johan Zúñiga considera que la municipalización de los bomberos ha sido un paso positivo, ya que gracias a las gestiones y apoyo del Cabildo se ha logrado dotarles de los equipos logísticos necesarios para las emergencias y socorro en los incendios.
La institución dispone de un presupuesto anual de 800 mil dólares, los que son destinados para cancelación de sueldos, gastos logísticos, mantenimiento, etc.
Pero la situación del Cuerpo de Bomberos del cantón Mera es muy diferente a la de Puyo, ya que apenas cuenta con tres personas de planta y tres voluntarios.
Ellos han venido cumpliendo su trabajo con una asignación anual de 28 mil dólares, que son obtenidos a través de una parte de los impuestos prediales, del pago de permisos de locales y de las tarifas por energía eléctrica que pagan los ciudadanos.
Para las emergencias cuentan con una motobomba del año 1985 y una camioneta adaptada como ambulancia del año 2005, las que no están en condiciones operables. La capacitación es mínima debido al bajo número de personal.
Mientras tanto, en un terreno y edificación recibidas en comodato por parte del Municipio de Mera y del Consejo Provincial de Pastaza, viene funcionando el Cuerpo de Bomberos de la parroquia Shell.
Esta unidad reciben una asignación de 40 mil dólares anuales. El personal recibe capacitación cuando se logra un cupo en una empresa privada con sede en Quito, pero los costos son elevados.
Tanto las unidades de bomberos de Mera como la de Shell todavía se mantienen autónomas, a la espera de que el Municipio (de Mera) asuma la competencia y el control administrativo y operacional.
Mientras que en Chimborazo, el organismo sufre problemas de orden administrativo en la unidad de Riobamba, según el concejal Rodrigo Abarca. “Los procesos administrativos se quedan estancados, hay proveedores que no han cumplido y esto ha generado retrasos. Además, falla la parte de contratación pública, por lo que yo siempre he cuestionado esta área”, afirmó.
En Bolívar, el Cuerpo de Bomberos de Guaranda posee un presupuesto mensual de 40 mil dólares, 20 personas en turnos de 48 horas y en grupos de a 10. Raúl Castillo comandante de dicha unidad, indicó que se necesitan 60 mil dólares para comprar un terreno donde funcionaría otra estación de bomberos para la ciudad.
En el cantón Echeandía trabajan seis personas en el organismo de combate al fuego, quienes han apagado dos incendios en lo que va del año. “En ocasiones hemos trabajado y recibido apoyo de los compañeros de Ventanas, quienes se encuentran a media hora de distancia y nosotros también los hemos apoyado”, afirmó Ronald Aguirre, jefe (e) de la entidad en el cantón bolivarense.
La falta de personal y la necesidad de mejora de la estructura física son las prioridades en Cotopaxi. “No cumplimos con los estándares internacionales que establecen que por cada 1.000 ciudadanos debe existir un bombero. Aquí apenas tenemos 36 y necesitamos por lo menos unos 140”, aseguró Ángel Baño, jefe de Bomberos de Latacunga.
Para Baño, una prioridad es la refacción de la estructura física de la institución que, a su decir, ya no está acorde con las necesidades, pues la construcción data de 1965. Similar situación viven Saquisilí y Pujilí.
En La Maná y Pangua las estaciones invernales requieren amplia acción de los bomberos. De ahí que en esas zonas la prioridad son equipos de rescate tanto materiales como humanos. En Pujilí, además de la necesidad de restructuración del espacio físico, se necesita de una nueva ambulancia.