Viudas y beatas develan los rituales mortuorios del Quito de antaño
Una viuda con una máscara blanca y un vestuario lleno de negros encajes detiene el tráfico en el Centro Histórico.
La mujer, enfundada en un ostentoso vestido del siglo XIX, camina sigilosa por el ingreso de La Catedral para hablar sobre sus 'Recetas para morir'.
"Los quiteños se distinguen por ser curiosos y chismosos. Yo les voy a contar cómo celebraron los actos en honor a la muerte en Quito", expresa la dama, quien narra las tradiciones más emblemáticas de aquella época.
La mujer recuerda cómo en siglos pasados, Quito fue un escenario de variados rituales en torno a la muerte. Era una época en donde se celebraban varios rituales sobre todo católicos: cómo se concebía la muerte, el culto a los ancestros y hasta los lugares de los entierros... "Las campanadas anunciaban el fallecimiento de un personaje importante... Las almas que cometan travesuras llegan al purgatorio".
Esta representación no es otra cosa que una alegoría teatralizada que se presentará entre el 1 y 5 de noviembre como un especial del Día de los Difuntos.
El acto lo organiza Quito Eterno y servirá para que los visitantes nacionales y extranjeros conozcan de qué forma se rendía culto a los actos mortuorios de épocas pasadas. Fotos de bebés muertos, mortajas,criptas de personajes destacados en siglos pasados y lazos negros con detalles púrpura forman parte de un recorrido por varios puntos del casco colonial.
Lorena Oñate Gavilanes, quien personifica a la viuda, resume una reflexión: "Tenemos una cara distinta, pero todos van a terminar con el mismo rostro, el de una calavera", expresa en susurros al terminar la primera parada de su recorrido.
El segundo punto se encuentra en la Iglesia del Carmen Alto, en donde recibe María Antonia (Natalie Cazares), una mujer idealista del siglo XIX durante la época de la gesta de la Independencia.
Bajo la madera que cubre el piso de la Iglesia existe un complejo sistema de criptas que sirvieron durante siglos para la inhumación de personalidades como los familiares de Mariana de Jesús y los descendientes de Monseñor Francisco Ugarte.
Este acto se celebra por sexto año consecutivo en época del Día de Difuntos, con el apoyo de la Sociedad Funeraria Nacional, la Iglesia Compañía de Jesús, el Museo María Augusta Irrutia y Quitoñando.
"Escenificar nuestros ancestros es otra forma de promocionar al país, ante los turistas", añade Patricio Banderas, jefe de Operaciones de Quito Eterno.
Oficios de la muerte
Siguiendo con el recorrido, se llega a la Casa de María Augusta Urrutia. En uno de los pasillos de este emblemático inmueble se encuentra un cuerpo envuelto bajo el letrero de "mortaja". Ahí se encuentra María Alegría de la Divina Concepción Donoso Zambrano Suasnavas (encarnado por Carmen Ruiz), una beata de la época narra que en ese entonces se llamaba a las 'Plañideras' para que lloren sobre el difunto. Mientras más lágrimas brotaban, recibían más dinero.
Otra de las ocupaciones era la de los embalsamadores para los personajes distinguidos, cuyos familiares buscaban mantenerlos en la memoria. Para esto, se abría el cadáver y se sacaban los órganos internos y lo rellenaban con bálsamos y hiervas, también le untaban formolina para preservar el cuerpo. Luego lo vendaban y le ponían una mortaja.
Después las familias guardaban duelo. Se vestían de negro, no se les permitía reír ni celebrar fiestas.
Doña María tiene mucho más para contar. Antiguamente, los cuerpos eran velados en las iglesias y las órdenes religiosas se sumaban para orar por los difuntos.
La beata no podía dejar de contar otra tradición que se ha perdido con el paso del tiempo. Las familias más pudientes copiaron una tradición europea que consistía en tomar fotos de los cadáveres como símbolo de inmortalidad de su ser querido. Lo mismo se hacía para los recién nacidos y niños; antes de ser retratados se los vestía con enormes y decorados vestidos de blancos y los rodeaban de flores. (I)
Los recorridos
Rutas de Leyenda Aya Markay
Visita el Cementerio y la Recoleta de San Diego (incluye colada morada con guagua de pan)
Fecha: miércoles 2 y jueves 3 de noviembre, a las 19:00.
Costo: $ 20 adultos; $ 15 niños hasta los 12 años y personas de la tercera edad.
Rutas de Leyenda 'Recetas para morir'
Visita de las criptas de Iglesia de la Compañía, exposición Momento Mori en la Casa Museo María Augusta Urrutia y
presentación de música fúnebre (incluye colada morada con guagua de pan).
Fecha: martes 1 y viernes 4 de noviembre; salidas a las 18:00 y 20:00.
Costo: $ 20 adultos; $ 15 niños hasta los 12 años y personas de la tercera edad.
Rutas de Leyenda Las Criptas de la Iglesia de Carmen Alto
Fecha: sábado 5 de noviembre; salidas a las 19:00 y 20:00.
Costo: $ 8 adultos y $ 6 niños hasta los 12 años.
El punto de concentración es en los exteriores de la Tienda el Quinde (Venezuela y Espejo).