El sistema de emergencia comenzado en diciembre de 2017 para recoger la basura en la zona contenerizada de Quito (el 40%) dejó de operar el 16 de enero.  

El procedimiento se puso en práctica ante la falta de recolectores de carga lateral y la consecuente acumulación de residuos en las calles durante varios días.

Ante ello, el Municipio optó por contratar volquetas y personal para vaciar manualmente los contenedores instalados en las vías.

Paúl Luzuriaga, coordinador técnico de la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo EP), señala que el sistema se sigue aplicando en alrededor del 10% de las rutas contenerizadas.

En el resto de sectores en los que no se usa la recolección a pie de vereda se utiliza, según Luzuriaga, un método alternativo desde mediados del mes anterior.

Este consiste en el uso de vehículos de carga posterior con sistema de elevación lateral de recipientes, a los que se han adaptado tolvas para canalizar la basura hasta los mecanismos de compactación de residuos.

Según el funcionario, la medida se adoptó ante la finalización de la emergencia y el retraso en la llegada de 18 recolectores de carga posterior, entre nuevos y repotenciados, a cargo del consorcio Recobaq.

El consorcio corre con los costos del mecanismo alternativo de limpieza, además de que se le aplicarán sanciones por el retraso, de acuerdo con el Cabildo.

En marzo está previsto el arribo de los primeros cuatro vehículos de carga lateral con lo que la situación en el área contenerizada capitalina se normalizaría de manera paulatina.

Actualmente, según datos del Municipio, se ha superado el retraso en el vaciamiento de contenedores en alrededor del 70%. Mientras tanto, Recobaq ha entregado hasta el momento 28 de los 37 recolectores de carga posterior adquiridos por el Cabildo.

Eso permitiría que los retrasos en las zonas de la capital en que se recoge la basura a pie de vereda (método convencional) se hayan superado en alrededor del 90%. (I)