En San Roque, la basura desborda la recolección
La escena es cotidiana: restos de frutas y hortalizas, cartones, plástico, papeles y cajones de madera se acumulan al pie del paso peatonal que atraviesa la av. Mariscal Sucre y une con la calle Ambato, en el Centro Histórico de la capital.
Lo mismo sucede en las calles cercanas La Ermita, Cumandá, Quijos y Tena. Los desperdicios son el resultado del comercio en el mercado de San Roque.
Además de las molestias a los vecinos y los problemas de insalubridad, la presencia de basura tapona las alcantarillas de la Mariscal Sucre cuando llueve intensamente.
Clara Pérez, moradora del barrio hace 40 años, sostiene que la situación “es terrible” y que están cansados de la “basura que produce ratas, atrae perros callejeros y genera inseguridad”.
Paúl Luzuriaga, coordinador técnico de la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo EP), dice que buscan soluciones. Un ejemplo fue la instalación de contenedores en las calles adyacentes al mercado. La medida -reconoce Luzuriaga- no funcionó.
Se capacitó, también, a los comerciantes de los exteriores del centro de abasto, pero el permanente cambio de los vendedores no permitió consolidar el proceso.
El funcionario espera que la asunción que hará Emaseo de la potestad de controlar y sancionar a quienes ensucian la ciudad, les permita tomar medidas de control efectivas.
Mientras tanto, la entidad limpia tres veces el lugar: a medianoche desocupan los recipientes interiores del mercado y limpian los alrededores; a las 10:00 se asea el área adyacente y se repite esta tarea a las 20:00.
El trabajo, sin embargo, no abastece y la basura se acumula en los intervalos. (I)