Vecinos piden mejoras para el “parque chino”
Hace quince días culminó la construcción de la pista de ciclismo en el parque del barrio Unión y Progreso, en el sur de la ciudad, como parte de una intervención integral a las áreas verdes en el sector. Ahí se colocaron 1.000 m2 de adoquines.
La obra también incluyó el arreglo de las veredas en la calle El Pangui, sobre la que está ubicado el parque y la construcción de una cancha deportiva, pero los moradores del sector consideran que los trabajos aún están incompletos.
Carlos Sánchez, dirigente del sector desde hace 5 años, explicó que lo que se solicitó a la anterior administración municipal fue la dotación de juegos infantiles, que fueron retirados hace unos 6 años, aunque admitió que ahora el parque está mejor y los niños pueden jugar.
Según un letrero colocado por el Cabildo en el sector, la inversión llega a los 106.358 dólares. Los trabajos se iniciaron en enero pasado.
María Chiza, propietaria de una tienda frente al “parque chino”, como lo conocen en la zona, comentó que la mayor parte del día el lugar pasa vacío y que son muy pocas las personas que se acercan a caminar, trotar o jugar en la pista de bicicletas. “Creo que todavía hace falta que se pongan máquinas para la gente de la tercera edad y el resto de moradores, para así devolverle la vida a este sector”, comentó.
Quienes más frecuentan el parque son los estudiantes de las unidades educativas Ecuador Patria Mía y Ruth Taylor, que están cerca del mismo. Los niños reciben allí las clases de Educación Física.
Lucía Erazo y Maribel Oñate, profesoras de las instituciones mencionadas, comparten el criterio de que al ser este el único espacio en el sector para hacer ejercicio, se debe complementar la obra con mantenimiento. “Aún falta adecentar ciertas áreas; deberían instalar, además, baterías sanitarias”, dijo Erazo. Según Oñate, también se dejaron “restos de fierros en algunos sitios y esto es un peligro para los niños”.
Doris Chávez, quien vive en el barrio Iessfut, comentó que durante las caminatas diurnas que realiza por el parque ha encontrado botellas de licor, lo que hace suponer que podría convertirse en un foco de inseguridad. Y precisamente ese es el temor de los vecinos, pues por varios años ese espacio verde permaneció abandonado y ahora confían en que sea un área comunal.