Vecinos de la U. Central respaldan cierre de bares
Aunque las ordenanzas municipales estipulan que cerca de los establecimientos educativos no se puede expender bebidas alcohólicas, aún existen bares que lo hacen y que cuentan con los permisos de funcionamiento.
Y precisamente de ese requisito se acogen los integrantes de la Asociación 17 de Febrero de bares y karaokes, para reiterar que su trabajo es legal y exigen a la autoridad municipal que levante la clausura y les permitan continuar laborando alrededor de la Universidad Central del Ecuador. Hace dos meses la Comisaría Metropolitana ejecutó las órdenes de clausura y, a diferencia de otras ocasiones, los propietarios no han logrado evadirlas.
Las ordenanzas municipales 201 y 3553 prohiben vender bebidas alcohólicas cerca de plantelesLa Ordenanza 201 de Seguridad y Convivencia Ciudadanas prohíbe el expendio de bebidas alcohólicas cerca de predios educativos y la ordenanza 3553 prohíbe instalar locales de venta y consumo de este tipo de bebidas cerca de colegios.
Fabián Rodríguez, comerciante del sector, está satisfecho con la suspensión de esos negocios. Asegura que desde la clausura de los bares la paz volvió al barrio. “Había peleas callejeras, había estudiantes secundarios y universitarios borrachos y otros eran asaltados”.
Para Gabriela Cando, estudiante de Administración de la Universidad Central, uno de los problemas era que muchos de esos locales funcionban como restaurantes, pero al ingresar se evidenciaba que realmente eran bares.
Uno de los asociados, quien prefirió no dar su nombre por temor a represalias, afirmó que su bar cuenta con todos los permisos y, a pesar de ello, la comisaria municipal, Gloria Jaramillo, clausuró su negocio.
Édison Castellano, propietario de otro bar ubicado en la calle Bolivia, contó que ha invertido más de 20 mil dólares en el negocio y que necesita trabajar, y cuestiona que si eso estaba prohibido por qué el Municipio le dio los permisos.
Rosa Alvarado vive 20 años en el sector y contó que por primera vez, la autoridad municipal ha tenido mano dura con estos negocios. Ella espera que los robos disminuyan.