Pasajeros habituales del transporte público y taxis informales en Carapungo y Calderón hacen escalas para salir de esa parroquia. Al norte de la ciudad, las principales vías que conectan con el tramo noroccidental de la Avenida Simón Bolívar están bloqueadas por volquetas amarillas.

Las avenidas Luis Vacari y Capitán Geovanny Calles están interrumpidas por llantas en llamas y los taxis informales cobran $ 1 por movilizar hasta a cuatro pasajeros hacia la entrada a Carapungo.

Algunos autos recogen pasajeros a la altura de La Bota, pero en el parterre de la Simón Bolívar hay manifestantes que los agreden con ramas y palos.

En el peaje de Oyacoto se registraron bloqueos desde la mañana, por lo cual la ruta Collas, que conduce al aeropuerto, está desolada.

La antigua vía a Llano Chico también está ocupada por transporte colectivo y en Carapungo no opera el trasporte integrado de El Trole ni Metro bus. 

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— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) October 7, 2019

La carreteras de la parte norte de Quito contaban con una circulación de autos casi regular, si bien el transporte público seguía siendo muy limitado pese al levantamiento del paro de transportistas el viernes y a que la Alcaldía anunció que multaría a aquellos que no retomasen sus servicios.

La Plaza Grande, donde se encuentra la sede de Gobierno, está acordonada desde hace varios días, con la Policía y el Ejército montando guardia en los accesos.

La noche del domingo, un pequeño contingente de militares boinas rojas (fuerzas especiales paracaidistas) se desplegó en los alrededores del Palacio de Carondelet como medida de precaución pero su poca discreta llegada en sendos transportes blindados de personal (TBP) llamó la atención de la población.

La difusión por redes sociales de vídeos con su llegada al casco antiguo generó cierta alarma y el falso temor a una salida de los militares a las calles. Un alarma que disipó el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, en un mensaje por cadena nacional.

Obstaculizaciones y disturbios leves se registraban este lunes en las provincias de Cotopaxi, Tungurahua e Imbabura, todas en la Sierra.

El movimiento indígena tiene programado sumarse a las protestas en Quito el miércoles y las fuerzas del orden ya han tomado medidas. (I)