Quito ocupa el cuarto puesto de 20 ciudades sensibles a los sismos
Las autoridades estiman que entre 25 y 30 mil personas serían afectadas en caso de producirse un desastre natural en la capital de la República, ya que ese es el número de habitantes que tienen sus viviendas en las zonas vulnerables.
Las cifras son del foro sobre La vulnerabilidad de Quito ante desastres, realizado en 2010; pero el sismo de 4 grados en la escala de Richter registrado el sábado pasado evidenció el peligro que enfrentan ciertas construcciones.
El presidente de la Cámara de la Construcción de Quito, Hermel Flores, ratificó que los mayores riesgos están en las zonas periféricas, donde las construcciones son informales, es decir, no presentan condiciones sismoresistentes e incluso no han resistido a lluvias fuertes.
La periferia de la ciudad se asienta en las montañas, en la parte occidental y en la parte oriental, donde se registran mayores peligros. “El reforzamiento de las construcciones ayudaría a mitigar el riesgo, pero un trabajo de esa magnitud se debe asumir con responsabilidad”, dijo.
Además, la ciudad está asentada en las faldas del volcán Pichincha. Las laderas inestables y las amplias quebradas, casi todas rellenadas, evidencian la gran cantidad de fallas geológicas. Una de las más importantes cruza a Quito y lleva el nombre de falla Guayaquil-Caracas.
Quito ocupa el cuarto puesto de 20 ciudades sensibles a los sismos, según el informe de la Comisión de Suelos y Ordenamiento Territorial del Municipio.
El alcalde Augusto Barrera indicó que habitantes de varias zonas sensibles ya están en proceso de reubicación. Se trata de: la zona del Camal Metropolitano, del Atacazo, Conocoto y la Forestal, lo que representa una inversión en infraestructura, vialidad y servicios.
Miriam Manobanda, presidenta de la Federación de Barrios, dijo que muchas zonas necesitan ser reforzadas para evitar que las familias se trasladen a otros sitios.