El jueves pasado, la empresa municipal de transporte de pasajeros lanzó una convocatoria para la compra de 60 vehículos impulsados por energía eléctrica.

El objetivo del proceso es recibir ofertas de firmas o consorcios interesados en proveer los vehículos, mediante un crédito directo del vendedor, pagadero en un plazo de 6 a 8 años.

Javier López, gerente de la entidad municipal, señaló que el objetivo básico del proyecto es lograr que hasta 2020, el Centro Histórico cuente con un sistema de transporte no contaminante.

Al proyecto de trolebuses eléctricos se suma el paso por debajo del casco colonial del Metro, que también se moviliza por electricidad y cuyo arranque de operación está planeado para el segundo semestre de 2019.

En los documentos subidos a la página web de la empresa de transporte, no se especifica la inversión prevista, pero sí las características del corredor Trolebús, en los que se planea el uso de los automotores.

Se establece, por ejemplo, que los trolebuses parten en intervalos de 1,5 minutos durante las horas pico.

Está calculado que cinco horas por día son las de mayor afluencia de pasajeros y que durante esos lapsos la carga promedio por vehículo es de 180 pasajeros.

Dentro de las especificaciones técnicas se establece que los vehículos tengan una longitud de 18 metros y tres puertas a cada lado.

Asimismo, la Municipalidad pide que se garantice una vida útil de, al menos, 25 años para los nuevos ‘troles’.

Deberán tener, también, autonomía para recorrer al menos 10 kilómetros sin estar conectados a la red de catenarias que proveen de energía al sistema.

Cuando los trolebuses actualmente en operación se desconectan de la red, funcionan con motores a diésel.

Un bus articulado eléctrico presta servicio a modo de prueba desde el 11 de diciembre en el Corredor Central Norte, o Metrovía.

Dicho vehículo funciona con seis paquetes de baterías, produciendo una potencia de 482 caballos de fuerza y requieren tres horas para recargarse. (I)