En el primer cuatrimestre de 2019, la primera flota de trolebús será reemplazada por nuevas unidades eléctricas. Este proceso se ejecutará tras la adquisición de 50 trolebuses y 20 articulados.

Así lo informó la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros (EPMTP), que recuerda un aniversario del servicio del Trolebús en Quito.

Esta renovación de flota tiene como objetivo cumplir con las metas planteadas por la administración del alcalde de Quito, Mauricio Rodas. Se estima que para 2020, el Centro Histórico cuente con servicio de transporte eléctrico, no contaminante.

El primer trolebús arribó a Quito en octubre de 1995. Las primeras unidades llegaron al puerto de Esmeraldas y desde allí iniciaron su recorrido por tierra hacia Quito, bajo resguardo de la Armada Nacional y equipos de seguridad de la empresa. Fue un viaje de más de 14 horas.

El 17 de diciembre de ese año inició formalmente la operación de la primera fase del servicio del sistema Integrado de Transporte con unidades BTR (Bus de Tránsito Rápido), que comprendía el tramo El Recreo y la calle Esmeraldas.

Jaime Lovato, uno de los primeros conductores del trolebús, expresó que la salida de circulación de la primera flota de trolebuses le causa nostalgia, pero siente expectativa por la llegada de buses de otra tecnología.

Lovato fue conductor de camión antes de formar parte de la flota de choferes. Reconoció que con la llegada del trolebús cambió el sistema de transporte y movilidad de Quito. “Fuimos parte importante de la historia de la movilidad de Quito y ahora también estaremos presentes con la llegada de estas nuevas unidades”.

La primera flota de trolebuses de procedencia española comprendía 41 unidades de marca Mercedes Benz.

Kléver Lema, otro conductor de las primeras unidades, afirmó que los choferes seleccionados para formar parte de la empresa fueron capacitados durante tres meses para manejar los primeros vehículos en su clase en llegar al Ecuador.

Debido a que eran vehículos únicos en el país, se instalaron talleres propios y se capacitó al personal técnico para la provisión del servicio de mantenimiento preventivo y correctivo de las unidades.

Una de estas es la unidad T001 que aún circula en el circuito Recreo-El Labrador y tiene un recorrido aproximado de más de 1 millón de kilómetros. De estos, el 70% de circulación eléctrica y 30% a diésel.

Ernesto Galárraga, también conductor de la empresa, comentó que la llegada de estos buses a la capital modificó la cultura de movilidad de los ciudadanos con un transporte ordenado, con tecnología de punta, con paradas y estaciones fijas, puntos de recaudación y horarios de operación establecidos. “Se transformó la manera de movilizarse en la ciudad”, dijo. (I)