Racionalizar el uso del espacio público y mejorar el tránsito peatonal y vehicular son dos de los objetivos de la rehabilitación que se ejecuta en La Marín.

Por el sector circula a diario una veintena de cooperativas de transporte público y confluyen en él tres sistemas de movilización municipal (Ecovía, Corredor Central-Norte y Corredor Suroriental). Según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), alrededor de 27 mil vehículos transitan todos los días por ese sector.

En la actualidad, el Cabildo interviene las veredas a lo largo de la avenida Pichincha mediante la colocación de adoquines ornamentales, con lo que se pretende eliminar irregularidades y obstáculos para los transeúntes.

Asimismo, se hacen modificaciones en las paradas Marín Central y Marín - Los Chillos, donde toman y dejan pasajeros las unidades municipales. Allí se han creado espacios peatonales rodeados de áreas verdes y centros de reunión de transeúntes que antes no existían.

Además, en las intersecciones cercanas a la primera de esas terminales, se están instalando sistemas de semaforización adaptativos; el objetivo de esto es favorecer a peatones y personas con discapacidad para que crucen la av. Pichincha de un lado a otro.

Mientras tanto, en la terminal Marín – Los Chillos, ubicada en el sector conocido como El Playón, se está retirando el cerramiento rígido para dar paso -según al Cabildo- a la generación de ambientes más accesibles para el uso de los peatones y usuarios de los buses que también llegan a ese lugar.

En ese sector, las obras incluyen la reconformación de la intersección de la calle Sucre con la av. Pichincha, que ha pasado de ser una conexión vehicular semicircular a una de 90 grados.

El objetivo, según los responsables, es favorecer la circulación peatonal desde la calle Sucre y la av. Pichincha (frente occidental) hacia el interior de las terminales Marín – Los Chillos (transporte municipal) y Micro Regional La Marín (llegada y salida de buses desde y hacia el valle).

Esto también busca favorecer a los usuarios del transporte público privado que circulan de norte a sur por la av. Pichincha, pues allí se establecerá una parada de buses con un área adecuada para el ascenso y descenso de pasajeros.

La generación de este espacio, sin embargo, genera inquietud entre los propietarios y administradores de los alrededor de 13 negocios establecidos al borde de la intersección vial (Sucre y Pichincha).

Por ejemplo, las autoridades del colegio Vida Nueva, donde estudian 220 alumnos, afirmaron que hace 15 días se reunieron con personal del Municipio. El objetivo de la cita fue pedir explicación sobre los trabajos que se ejecutan frente al establecimiento y que han eliminado el acceso vehicular al plantel al crear un espacio verde en lo que constituía la terminación de la calle Sucre. Según el inspector general, les habrían ofrecido abrir una especie de pasaje para que las unidades que transportan a los estudiantes puedan acercarse al inmueble.

Similar inquietud expresó el propietario de una ferretería ubicada junto a la unidad educativa y quien dijo esperar que se concrete la creación del acceso vehicular, pues él necesita que el transporte de carga que lo abastece de productos llegue lo más cerca posible de su local.

Entre tanto y como parte de la rehabilitación de la exterminal terrestre Cumandá, en el extremo oriental del predio que ocupa la edificación, se construirá una miniterminal, a donde llegará el transporte dependiente del Municipio. El objetivo es descongestionar las dos paradas de La Marín y facilitar el acceso al centro deportivo que reemplazará a la exterminal.