Kiosquito, la alternativa para ventas informales
El actual paisaje en La Marín, un punto de comercio y movilización que une al norte, centro y sur de Quito, es distinto al de meses atrás.
El Municipio cumple una campaña de varias semanas para controlar el correcto uso del espacio público. Una de las acciones más evidentes fue el operativo que cumplió el 3 de septiembre para desalojar el comercio que se había tomado las calles y aceras.
Agentes de la Policía Nacional, metropolitanos, militares y funcionarios de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) retiraron a los vendedores autónomos, colocaron vallas y desde ese día mantienen un control permanente de la zona.
La AMC aclaró que no se trató de un acto inadvertido, sino que se realizaron campañas informativas respecto a las sanciones por el mal uso del espacio público y se entregaron cerca de 7.000 exhortos en los días previos.
Para las personas que tienen negocios en el sector de forma regulada este tipo de operativos beneficia no solo el ornato y seguridad de la capital, sino también sus negocios, ya que la oferta callejera es una competencia desleal.
Los funcionarios municipales explicaron que se ofrecen alternativas para que las ventas informales se legalicen con opciones como Kiosquito -en la que ya se inscribieron más de 3.700 personas- o las convocatorias abiertas, la última de ellas con 200 cupos, para obtener un espacio en los mercados de la capital.
Ahora, los vendedores informales de otros sectores de la ciudad han mostrado su preocupación por estas acciones municipales y aseguraron que formalizar sus ventas implica un gasto elevado por la cantidad de trámites.
Rosa (nombre protegido), oriunda de Macará, admite que las acciones de la Municipalidad son menos agresivas. Cuenta que hace 10 años durante un operativo de control las autoridades se llevaron sus cosas y en el forcejeo se fracturó un brazo.
Para Diego Panchi, quien vende galletas, pilas y caramelos en el parque La Alameda, la opción del trabajo informal fue la única después de seis meses sin encontrar un trabajo fijo.
Agrega que hasta el momento no ha tenido problemas con los municipales, pero que tampoco ha escuchado las alternativas para formalizar su negocio.
La AMC asegura que un trabajo similar se desarrolla en el parque La Carolina y que en la ciudad se han detectado 40 puntos conflictivos. (I)