Otra casa en La Tola es evacuada por temor a un nuevo derrumbe
Los moradores de la casa contigua a la que se derrumbó la noche del martes, en el barrio La Tola, también fueron evacuados por la Secretaría de Seguridad del Municipio.
Después del colapso de la vivienda que tenía más de 50 años de construcción, la familia Salazar, propietaria del inmueble aledaño, también debió buscar una nueva morada.
En la casa contigua, que aún permanece en pie a pesar de la humedad y dos paredes cuarteadas, vivía la propietaria del inmueble, Carmen Salazar, y tres familias arrendatarias que abandonaron el lugar la misma noche del martes.
La mujer, quesupera los 60 años de edad, contó que estaba tomando un baño cuando escuchó el estruendo que provenía de la casa de su vecina, Carmita Matute. Dos días después continuaba recogiendo sus enseres para dejarlos en casa del vecino de al frente, mientras encuentra un nuevo hogar.
Lo mismo hicieron sus inquilinos, motivados por el susto. “Esta vez buscaremos un lugar seguro, en donde nuestras vidas no corran peligro”, manifestó una de las inquilinas, que pidió la reserva.
Alexandra Ron, jefa de seguridad de la Administración Centro, informó que una vez evacuada la edificación se realizarán estudios para verificar el estado de la estructura. Mientras que la casa de Matute será completamente demolida, por el mal estado de la infraestructura.
La familia Matute permanece en el Albergue Municipal a la espera del apoyo económico ofrecido por las autoridades del Cabildo, con lo cual deberán costear el arriendo de otra vivienda. Carmita espera que alguna entidad financiera le conceda un préstamo para construir otra casa en su terreno del Valle de los Chillos, para llevar a sus hijos y nietos.
El inmueble que colinda al lado izquierdo con el suyo, en cambio, está firme. Ron explicó que no sufrió daños estructurales, por lo que no es necesaria su evacuación. No obstante, reiteró que es responsabilidad de cada propietario dar un mantenimiento constante a su vivienda para evitar el deterioro.
El Municipio de Quito, a través del Instituto Metropolitano de Patrimonio, creó un fondo especial para el mantenimiento de las casas más antiguas del Centro Histórico, cubriendo el 50% de los gastos de conservación mientras el propietario costea la otra mitad a través del impuesto predial, con el propósito de evitar nuevos derrumbes.
Según datos del Instituto Metropolitano de Patrimonio, en el barrio La Tola, que tiene más de 100 años de antigüedad, más de 60 viviendas forman parte del Patrimonio de la capital.