Once mil adultos mayores, con la alegría intacta
Rosa Monar (61 años) vende flores de foami, collares de mullos y dulces de leche, que aprendió a elaborar en el Centro de Experiencia del Adulto Mayor (CEAM), de Comité del Pueblo. Ese es parte del programa “60 y piquito”, que ayer cumplió un año de funcionamiento en la capital.
Rosa cuenta que antes de entrar al proyecto, pasaba en la casa haciendo los quehaceres del hogar, pero no se sentía productiva. “Ahora tengo amigas y juntas realizamos nuestras manualidades y las vendemos, para ganar dinero y aportar en la casa”, comentó.
El programa acoge a cerca de 11 mil adultos mayores, en 220 puntos de encuentro, como casas barriales y comunales, comedores comunitarios, juntas parroquiales, ligas barriales y coliseos, que están ubicadas en las ocho administraciones zonales de Quito.
En esos espacios, las personas de la tercera edad realizan actividades físicas como gimnasia, bailoterapia y caminatas, algo que, según Verónica Mejía, enfermera en el CEAM Casa del Respiro, mejora la motricidad, fina y gruesa de los ancianos.
Para evitar el deterioro intelectual de los adultos mayores también participan en talleres de lectura, memoria y juegos de mesa. Además, se les capacita en gastronomía, computación, manualidades y otros.
Doña Marujita (83) vive con una nieta en Chaguarquingo, en el sur de la ciudad. A pesar de su problema en la pierna derecha, que le obliga a caminar con bastón, todos los días viaja en bus hasta el CEAM Casa del Respiro, ubicado en Santa Prisca. Tarda 45 minutos en llegar.
Ella aseguró que le gusta ir al lugar porque se entretiene y la atienden bien. Sus hijos le costean el pasaje porque “les gusta verla feliz y al estar con otros viejitos ya no se siente sola”.
En Llano Chico, en donde los invitaron a participar en el programa, fue la reina del barrio, dijo Rebeca Parra, de 63 años, quien acudió la primera vez por curiosidad. “Pensé que no me iba a servir, pero mis hijas insistieron”. Admite que disfruta mucho de la bailoterapia, a la que asiste los miércoles y viernes, de 17:00 a 19:00, para sentirse más activa y con energía.
La Secretaría de Salud del Municipio entregó a cada punto de “60 y piquito” kits que contenían colchonetas, juegos de ajedrez, bingo, naipes, bolas desestresantes, tambores y una guitarra.
Víctor Monsalva (79 años), quien también asiste al CEAM de Casa del Suspiro, expresó que le gusta jugar ajedrez y naipes con sus compañeros. Vive cerca del lugar y su hijo le acompaña siempre. “Mis otros hijos viven en Estados Unidos, me mandan platita, pero lo que más me gusta es que llamen a preguntar cómo nos encontramos, que no se olviden de sus viejos”.
En el evento de aniversario del programa, el alcalde Augusto Barrera anunció que para 2012 se prevé contar con 250 puntos del “60 y piquito” y atender a 15 mil adultos mayores. Además, indicó que se les entregará un carné a quienes asisten al proyecto para que accedan con facilidad al servicio de salud en los establecimientos públicos y municipales, a más de otros beneficios, como el pago de media tarifa en actos culturales.
En la primera etapa se cubrirá a 9 mil personas y a finales de 2012 llegará a 15 mil.
Barrera recalcó que se debe concienciar a la comunidad sobre el respeto al adulto mayor, “pues fueron quienes nos dieron la vida, nos enseñaron, direccionaron y ahora necesitan nuestro cuidado”.