Obreros rescataron a adultos mayores atrapados en el paso a desnivel
Cuando vieron que un automotor de a poco se perdía en el agua, Freddy Cacuango, de 26 años, y un grupo de obreros que construyen un edificio en la avenida Atahualpa y República, no lo pensaron dos veces. El grupo acudió a rescatar a quienes estaban atrapados por la corriente de agua.
El lunes 24 de abril, la fuerte lluvia que se desató en la capital provocó la inundación de varias calles y avenidas, así como de los pasos a desnivel.
Desde lo alto de la edificación, los trabajadores notaron el problema. Cargados de arneses y escaleras decidieron bajar a salvar a quienes se encontraban dentro del paso a desnivel. Ya cerca se percataron de que se trataba de dos personas de la tercera edad en un auto Renault Sandero rojo.
“Eran casi las 15:00", cuenta Cacuango y todos los obreros se encontraban en la fundición de un piso, pero como empezó a llover muy fuerte pararon la construcción. "Yo me acerqué al filo por una madera que necesitaba y observé que un montón de gente estaba reunida viendo hacia el intercambiador, luego me di cuenta de que un carro se hundía”.
“La inundación fue de golpe”, recuerda Edwin Díaz, otro de los obreros en la obra de la empresa Construiblec. “Los señores se quedaron atrapados. Vinieron como dos corrientes de agua por los dos lados del intercambiador", relata. El auto se quedó en la mitad del paso a desnivel; ya no pudieron avanzar. "El carro se apagó y no pudieron salir”.
“En ese momento solo pensé en mi familia", dice Cacuango, quien decidió bajar y salvarles la vida.
.@coequito reporta que dos ciudadanos con hipotermia en Av. 10 de agosto y Atahualpa fueron llevados a un hospital para valoración. pic.twitter.com/0JE2KE77c5
— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) 24 de abril de 2017
Diego Panamá (23 años) también trabaja en la construcción. Nunca antes pensó enfrentarse a una situación como esa. “Quisimos ayudar a las personas atrapadas".
Confiesa que tuvieron miedo, pero aun así se arriesgaron. "Don Nelson, el encargado de la bodega, empezó a sacar la escalera, la colocamos y bajamos lo más rápido que pudimos. Los señores ya tenían el agua hasta el cuello".
El tiempo se convirtió en segundos y el agua seguía subiendo, Panamá, sujetado por un arnés, le pidió al adulto mayor que estaba al volante que quitara el seguro de las puertas, pero no podía. Sin perder tiempo decidieron romper el vidrio. Pero no fue suficiente y rompieron el parabrisas con un martillo. El conductor logró subir por sus propios medios por la escalera.
"Con la señora fue más difícil. Estaba como desmayada, no hablaba, solo movía un poco la cabeza para responder. Como vi que no podía salir sola, decidí cargarle", confiesa Cacuango.
Al obrero no le importó arriesgar su vida -porque no sabe nadar-, el agua seguía subiendo y solo pensó en rescatarla. "Le pusimos un arnés con el que mis compañeros me ayudaron a sacarle y al final pudimos salvar a los dos señores”.
Los primeros auxilios los proporcionaron personal del Centro Integral de Osteoporosis, que se encuentra a pocas cuadras del lugar. Según Michael Morales, especialista del centro, presentaban síntomas de hipotermia, además de algunos cortes producidos al momento de salir del vehículo.
Pasó un día de la hazaña y los obreros volvieron al sitio este martes 25 de abril, ya no a las 15:00, hora que sucedió el percance, sino a las 12:30, en su hora del almuerzo. "Lo volveríamos hacer", dijeron. "Sin pensar", reiteraron. (I)