El complejo udla-ecopark se construye en una superficie de 114.246 m2
Nuevo intercambiador del Ciclista no soluciona el caos vehicular
Hace pocos días fue inaugurado el paso a desnivel de las avenidas Simón Bolívar y de los Granados, en el norte de Quito.
La obra tiene como fin agilizar el tránsito en la zona, pues, según la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas y Movilidad (Epmmop), por el sitio circulan a diario unos 45.000 autos.
El puente lo edificó la Universidad de las Américas (UDLA-Ecopark) y empresas privadas en una alianza con el Municipio de Quito, en la administración de Augusto Barrera.
La estructura forma parte de un proyecto Urbano Arquitectónico Especial, aprobado mediante la Ordenanza Metropolitana N° 318, el cual contemplaba la regeneración urbana del sector.
En el acuerdo firmado se estipuló que el promotor de la obra (UDLA) asumía el valor total, cuya inversión fue de $ 90 millones. Solo el intercambiador vehicular costó $ 8,5 millones.
El proyecto fue concluido en 8 meses, es decir, antes de lo previsto en el contrato.
La polémica surge cuando Mauricio Rodas, alcalde de Quito, inauguró la solución vial como si fuera una obra del Municipio.
El rector de la UDLA, Carlos Larreátegui, en un medio de comunicación, aclaró que el Cabildo quiteño no intervino en el financiamiento.
Sostuvo que la obra fue construida con dineros de la UDLA y la empresa Referencorp. Señaló que tampoco la administración de Augusto Barrera participó en el proyecto. Voceros de la Epmmop explicaron que el ayuntamiento actuó como fiscalizador y asesor en aspectos técnicos.
Aclararon que no tuvieron participación económica, pero que sí contribuyeron con los estudios viales y topográficos, señalización, regulación del tráfico vehicular, semaforización y mantenimiento de la escultura del Ciclista ubicada en la zona.
Según la entidad, el alcalde Rodas y más representantes del Cabildo acudieron a la invitación de los representantes de la UDLA y de los constructores.
En tanto, algunos habitantes de la parroquia Nayón que utilizan el nuevo paso a desnivel comentaron que solo ha solucionado el tráfico vehicular en un porcentaje bajo.
Otros, como Miguel Cabrera, propietario de un negocio en el sector, dijeron que la construcción del intercambiador no mejoró los atascamientos de carros. “La congestión en horas pico es en sentido Valles-Quito y el paso a desnivel fue construido en sentido contrario”, comentó.
Antes de la construcción, los autos que provenían del Valle de Tumbaco y del sur de Quito tardaban unos 15 minutos en pasar desde la avenida Simón Bolívar hasta la de los Granados. Con la obra, el tiempo se redujo a 10 minutos.
Gabriela León, moradora del sector, sostuvo que su negocio fue afectado por el polvo. Incluso cerró su local durante 2 meses y lo reabrió hace pocos días. Mencionó que el intercambiador debió construirse en la av. Eloy Alfaro, por la aglomeración de autos que se da ahí.
Los habitantes de Nayón enfatizan que el paso beneficia a los estudiantes de la universidad. Ellos solicitan que se realice también el mantenimiento de la vía que une la parroquia con la ciudad. (I)