Nuevo colegio altera la vida de los moradores del sector de El Condado
El barrio San Enrique de Velasco, en el sector de El Condado, al norte de Quito, ha tenido un creciente desarrollo en los últimos años. A los nuevos complejos habitacionales y edificaciones modernas se sumó la construcción y funcionamiento desde este mes del Colegio María Angélica Idrovo, considerado uno de los más grandes del país luego de que el Gobierno invirtiera más de 4 millones de dólares en su reestructuración.
Los moradores del lugar acogieron con beneplácito al plantel educativo, pero no se percataron de lo que implicaba ello y hoy demandan acciones emergentes para contrarrestar, especialmente, la congestión vehicular y la inseguridad que se produce en las horas de ingreso y salida de los estudiantes.
Los moradores se levantan más temprano, muchos caminan para evitar el tráfico y los negocios cambian sus habituales productos por aquellos que son más atrayentes y modernos. Un local de CD es ahora un sitio de venta de salchipapas.
Son las 06: 45. Luis Zambrano vive desde hace 30 años en la calle Nª 74. Él tiene un negocio de víveres y mira cómo cambia el aspecto de su entorno. “Cada vez hay más gente, muchos son desconocidos, no se sabe de dónde vienen; se observan caras distintas, antes nos conocíamos todos”.
Don Rodrigo Argoti de 70 años, observan el ir y venir de personas, en la puerta de su panadería. Él confirma que el horario de su negocio ha sufrido un cambio pues antes atendía desde las 06:30 y desde la primera semana de septiembre lo hace a partir de las 05:00.
Los dos coinciden en lo complicado que resulta llegar en auto a la Av. Occidental (20 cuadras).
“Nos toma 40 minutos debido a la cantidad de carros que van al colegio; a ello se suma la presencia de ladrones”.
Ante ello, ambos piden ayuda a las autoridades.