El personaje
Morales inventó los sánduches de la Plaza
Las nuevas generaciones conocen al negocio como los sánduches de la Plaza Grande, por su ubicación, pero la mayoría de quiteños les dicen ‘los sánduches del chileno’.
Juan Morales, de 73 años, llegó al Ecuador en 1975. Dejó su país por razones políticas. Vino con su esposa y su hijo; tres años después nació su hija.
Emprendedor innato, no dudó en iniciar diversos negocios, aunque al principio en ninguno le iba bien. Pero nunca dejó de luchar por salir adelante. “Cuando uno sale de su país, sale dispuesto a hacer cualquier cosa; eso fue lo que yo hice”.
Después de intentar en varios trabajos y comprar negocios, en 1988 abrió un delicatessen bajo el Palacio Arzobispal. Con muchas ganas hizo todo lo posible para que el negocio surja: iba temprano, cerraba tarde y elaboraba sánduches novedosos.
“Fue un éxito. No me asusta la competencia, porque tengo mis clientes fieles”.
Morales asegura que para que un negocio funcione se requiere mucho sacrificio. El propietario debe estar ahí todos los días. Abre su negocio de 07:00 a 20:00 de lunes a sábado. Todos los días, los clientes deben hacer fila para hacer el pedido. Además de su dedicación, la originalidad en sus productos hizo que sus clientes regresen.
Recuerda que cuando inició con su negoció subió de peso, pues probaba todos los sánduches nuevos. “Para mí, la cocina es solo invento; por ejemplo, mi mayonesa no se la encuentra en ninguna parte, porque nosotros la elaboramos”.
En una época les decían ‘los sánduches del papá del ‘peli’, apodo de su hijo.
Le es imposible contener las lágrimas cuando recuerda que, pese a que el recibimiento en Ecuador fue grato, su hijo falleció atropellado por un conductor en estado etílico en 1998.
Pese a esto, Morales nunca dejó el entusiasmo en su trabajo. (I)