Desde hace un mes y medio los moradores del barrio El Cebollar, ubicado a la entrada de la parroquia Cumbayá, caminan unos doscientos metros para tomar un bus.

Anteriormente la parada del transporte público estaba en la esquina de las avenidas de los Conquistadores e Interoceánica, sin embargo, hoy la misma está en las afueras del centro comercial Cumbayá.

Hasta allí deben desplazarse los moradores de los barrios Santa Rosa, Santa Lucía, El Cebollar, San Patricio, San Juan y La Primavera. Solo en El Cebollar viven unas 200 familias y, según los habitantes del sector, el cambio de parada no fue socializado con la población. “De un día para otro me tocó bajar hasta el centro comercial para tomar el bus”, dijo María  C., moradora.

Según Gonzalo Guaminga, vocal del barrio El Cebollar, la complicación para los habitantes se debe a que al menos sus vecinos deben caminar hasta un kilómetro para llegar a la nueva parada. “Antes que entre a funcionar el aeropuerto había mayores facilidades para coger un bus o taxi, pero ahora es un caos total”.

Geovanni Carvajal, presidente de la compañía de transportes Sotranor, explicó que los buses ya no hacen parada porque el Municipio les notificó que se la suprimía   debido a que  ocasionaba congestión en la vía Interoceánica, por la que circulan  unos 59.000 autos desde la apertura del aeropuerto de Tababela.

José Luis Chávez, presidente del barrio, reconoció que la responsabilidad de fijar las paradas no es de los transportistas sino de la Secretaría de Movilidad: “En este sitio ya no pueden parar, incluso vienen con las puertas cerradas  y si cogen a personas son multados por los policías metropolitanos que están en la vía”.

Las paradas han sido colocadas de acuerdo a lo establecido por el Sistema Integrado de Transporte Masivo del Distrito Metropolitano (SITM), es decir, cada 300 a 400 metros, pues se considera que esta es la distancia adecuada para que los usuarios puedan acceder a una unidad.

Si bien es cierto, la parada fue reubicada a unos 200 metros de la anterior, el problema es que los barrios  mencionados se encuentran a unas diez cuadras más arriba. A estos llega una sola línea de bus, que sale desde el barrio La Floresta, en el centro de Quito, y llega hasta San Juan.

Unas 15 busetas pequeñas prestan el servicio, pero salen llenas desde las paradas, por lo que la única forma de movilizarse es a través de los buses que salen desde la estación de la Ecovía en la Río Coca y que ya no paran en la intersección de las avenidas de los Conquistadores e Interoceánica.

Jorge Cueva, administrador zonal de Cumbayá, explicó que el problema se solucionará en un par de meses cuando esté construida la nueva parada que estará cerca a la antigua. Hasta tanto deben ir a la parada provisional en el centro comercial Cumbayá. “En esta zona se han hecho expropiaciones para generar una bahía de estacionamientos, en la que se puedan parar los buses sin ningún problema y cojan a las personas”, mencionó.

Yolanda Guaminga, quien vive en el sector más de 10 años, cuenta que sus tres niños deben caminar más de 10 cuadras para llegar a la nueva parada. “Para los pequeños es un peligro caminar tanto”, anotó.

El proyecto de reforma vial en la zona incluye también la creación de un puente peatonal para que los moradores crucen a las paradas. “Nuestro objetivo es garantizar que no haya ningún accidente”, recalcó el funcionario.

La inversión en el paso peatonal sería aproximadamente 250.000 dólares, según datos proporcionados por la Empresa de Movilidad y Obras Públicas.