Metropolitanos se forman en valores y técnica policial
La Policía Metropolitana deberá capacitar a 1.300 agentes de tránsito que, a partir del 28 de julio del próximo año, asumirán el control en el Distrito Metropolitano, una vez que esas competencias sean trasladadas de la Policía Nacional a la Municipalidad.
Según Marcelo Cargua, policía metropolitano a cargo de la formación de los nuevos agentes, entre sus competencias estará el control en las vías de los vehículos ilegales, la aplicación de la restricción vehicular por el Pico y Placa, y la sanción a los autos mal estacionados. Hasta el momento, la preparación de los gendarmes avanza de acuerdo con el cronograma.
El primer grupo, de 440 aspirantes, ya fue capacitado, y 240 están en proceso. Estos últimos llevan un año de capacitación de los 2 que comprende el curso. El pénsum académico que reciben está compuesto por 320 horas de teoría, que se dictan en cinco meses, las cuales se complementan con otras más de práctica. En total se gradúan con 900 horas de trabajo.
Entre las materias que ven están: Procedimientos Policiales (operativos); Procedimientos de Apoyo (ordenanzas, manejo de tolete, gestión de riesgos, ordenanzas, movilidad); y Formación Humana (cultura física, atención al cliente, ética, liderazgo y valores policiales).
Al momento existen 680 aspirantes en instrucción, mientras que los otros 320 están en proceso de reclutamiento y concluirán su formación académica en enero próximo. Y otros 300 más serán reclutados hasta diciembre próximo, para completar los 1.300 agentes requeridos.
Las convocatorias a los aspirantes se realiza mediante los medios de comunicación y los interesados se inscriben a través de la página web. Cargua cuenta que en el último proceso de alistamiento para la Policía Metropolitana se inscribieron más de 8.000 personas, de las cuales 320 fueron seleccionadas. “El proceso es completamente transparente”, dijo, tras anotar que la inscripción es gratuita y quienes son admitidos prestan sus servicios con un contrato provisional.
Uno de los inconvenientes que se pretende resolver con este proceso es evitar que los nuevos agentes cometan actos de corrupción, como recibir coimas. Cargua precisó que en la institución la base son los valores y la ética. “En el pénsum académico está la práctica de los valores, además no se permite el espíritu de buenos compañeros que se apoyan en malos hábitos”, agregó, tras comentar que hace unas semanas seis miembros de la entidad fueron descubiertos en esas prácticas y fueron separados definitivamente. “Eso es lo que les ocurrirá a los malos agentes de tránsito”, advirtió el funcionario.
Cada policía metropolitano percibirá un salario mensual de 780 dólares, con el propósito de que “el personal gane bien para que no caiga en las malas prácticas”, resaltó Cargua. Actualmente, los agentes en etapa de formación reciben un sueldo de 517 dólares.
Los 1.300 agentes estarán a cargo exclusivamente del control del tránsito, mientras que otros se harán cargo de la parte administrativa, todos como parte de la nueva Agencia Metropolitana de Tránsito.
Esa entidad recibirá aproximadamente 26 millones de dólares, de los cuales 20 millones se destinarán a sueldos del personal, el mismo que estará a cargo del proceso de matriculación en ventanilla, atención al público, call center, entre otros. A ello se suman los gastos de uniformes, mantenimiento de vehículos, comunicación, seguridad, equipos básicos, entre otros elementos, indicó Carlos Páez, secretario de Movilidad del Municipio.
La transición “será difícil”, dijo Cargua, pues la ciudadanía tiene que acostumbrarse a ver al Policía Metropolitano en las calles, por lo que ellos acompañan a los elementos de la Policía Nacional mientras la ciudadanía se acostumbra a su presencia. También se les dotará de mayor equipamiento. Al momento cuentan con más de 200 motocicletas y 30 camionetas, pero están en proceso de compra 40 más.
La centralización de la información respecto al estado legal de un vehículo, la detención de conductores e infractores para ejercer el cobro de multas, la transferencia de PDAS (dispositivos electrónicos que posee una base de datos de los vehículos) desde la Policía Nacional hacia los nuevos Agentes Civiles de Tránsito, y la incorporación de otras herramientas electrónicas como fotomultas o radares se concretarán paulatinamente.
David Argüello (24 años), aspirante a Agente de Tránsito, lleva un año en la capacitación. Cuenta que la experiencia ha sido enriquecedora, pues los conocimientos que ha adquirido le ayudaron a ser un “buen profesional y buena persona”.
Para Silvia Conde (23 años), también aspirante, el trabajo del Policía es “duro, nunca pensé que sería difícil; vemos a los agentes parados en la calle y no respetamos su trabajo. Esto es difícil, desde la parte académica, como las ordenanzas, la Ley de Tránsito hasta la práctica, pues existen personas que no nos valoran. Lo más difícil es trabajar con personas”, dijo.