Las quebradas vuelven a la vida gracias a sus moradores
La recuperación de las quebradas fue un proyecto que nació hace 8 años con el barrio Solidaridad Quitumbe. Los moradores trabajaron en un ambicioso programa cuya finalidad fue rehabilitar el espacio sucio para crear sitios de recreación.
El tramo regenerado está frente al terminal de Quitumbe, que comprende 6 kilómetros de ciclovía, áreas verdes, sitios para charlas y con el agua del afluente natural construyeron una pila con piedras.
Amada Aulestias, dirigente barrial, afirmó que todo el trabajo implicó combinar tres componentes: la descontaminación del agua, cuidando que no haya desechos y mediante la construcción de interceptores sanitarios que separen las aguas lluvias de las servidas.
Además, se realizó la regeneración urbana del sector, que comprende la conformación de una hectárea de un sistema de áreas verdes, utilizando arborización y paisajismo; equipamientos recreativos y deportivos, ciclovías, piletas y canales de agua; plazoletas y esculturas urbanas, iluminación.
Numa Moreno indicó que la habilitación como espacio de esparcimiento para los vecinos no sería posible con la contribución y mano de obra de quienes trabajaron todos los domingos durante ocho años. Ahora los resultados saltan a la vista y los vecinos pueden salir a caminar por las áreas comunitarias.
Moreno destacó que un espacio limpio y cuidado ahuyenta a las personas indeseables, ya que los robos en el sector son casi nulos.
La recuperación de las quebradas Ortega y El Carmen son iniciativas comunitarias que se han replicado en varios puntos de la capital, donde los habitantes se organizan para rehabilitar sus espacios.
Además, los moradores han contribuido para crear un banco de herramientas. Los machetes, picos y palas, que suman alrededor de 300, son guardados en la casa comunal.
Hasta ahora las concentraciones para el mantenimiento continúan, grupos de 40 personas todos los domingos hacen mingas.
Se busca que la participación comunitaria sea la principal fuente de desarrollo para los barrios, señaló Aulestias.
Betsabé Vega, coordinadora del Proyecto de regeneración, mencionó que el compromiso nace cuando se inculca la verdadera tarea de convivir en comunidad.
“Esta minga es para que contribuyamos a mejorar el ambiente, queremos un Quito bonito, limpiecito y seguro”, expresó.
A diferencia de otros sectores, en esta zona sus moradores prefieren vivir al filo de la quebrada, debido a que la vista de un hermoso espacio verde les agrada.