La relación entre los comerciantes y el Municipio de Quito ha sido complicada durante este año. Desde los primeros meses de 2015, grupos de trabajadores autónomos realizaron protestas en contra de la administración de Mauricio Rodas.

En julio, tras la visita del Papa Francisco al Ecuador, los comerciantes iniciaron las protestas contra el Cabildo; acusaban al alcalde Rodas de distribuir mal los espacios de venta de alimentos durante la presencia del Pontífice. Muchos denunciaron que botaron la comida por la falta de ventas.

Frente a las acusaciones, el 10 de julio, Rodas se reunió con los vendedores y les ofreció incluirlos en ferias participativas durante fechas especiales el resto del año.
Los comerciantes que participarían en dichas ferias no deberían pagar regalías.

Al llegar diciembre, 23 ferias navideñas fueron autorizadas en el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). Alrededor de 1.000 comerciantes exponen sus productos hasta el 6 de enero en sectores como El Panecillo, la Plaza de Santo Domingo, el Seminario Mayor, la av. Morán Valverde, etc.

Sin embargo, los beneficiados con espacios no se sienten satisfechos con los resultados económicos pues, entre otras razones, indican que el Municipio debió colocarlos en sitios con mayor circulación de peatones.

A los integrantes de la Federación de Comerciantes, Artesanos y Productores (Fenacomip) los ubicaron en la Plaza de Santo Domingo. María Ortega, presidenta de la organización, dijo que el Municipio no cumplió totalmente con el convenio, puesto que en un inicio, los vendedores iban a ser ubicados en la Plaza de San Francisco, lo que al final no ocurrió.

Además, Ortega aseguró que los comerciantes pagan $ 2.300 por la ocupación del espacio público, contraviniendo la disposición del Alcalde de que sería gratuito. “Para pagar ese monto, los comerciantes cancelamos $ 24 diarios; además, nosotros tuvimos que alquilar las carpas, realizar las conexiones de luz, entre otros gastos”, afirmó la dirigente.

Para Ortega, 2016 será un año complicado pues el Municipio no tiene proyectos de reubicación y no se agilitan los procesos de regularización. Auguró que suponen que el próximo año también se ocupará en protestas y diálogos.

El Panecillo es otro sector en donde fue ubicada una feria navideña. Unos 16 puestos de comida se encuentran en ese sitio. En la noche, las ventas son regulares señalaron las comerciantes quienes, a través de un parlante, anuncian la venta de morocho con empanadas, sánduche de higo, pinchos, caldo de 31, hot-dog, empanadas, etc.

Una comerciante, quien prefirió no identificarse, afirmó que el Municipio no supo organizar bien las ferias pues en el lugar que los ubicaron no hay iluminación, baños, basureros, etc. De igual manera, dijo que las ventas no son lo que esperaban, pues las personas no van hasta el sector en el que se encuentran.

Marco Murillo, coordinador de la Agencia de Control Distrital de Comercio, comentó hace unos meses que no se pueden dar permisos para realizar ventas en espacios patrimoniales; a pesar de ello, el Municipio colocó una de las ferias en la plaza de Santo Domingo.

Este año, el Municipio entregó permisos al 30% de comerciantes históricos, de los 12 mil vendedores autónomos capacitados en la pasada administración. Comentó, así mismo que un estudio de la Universidad Católica de Quito menciona que en la ciudad existen alrededor de 20 mil comerciantes informales, quienes pugnan porque se establezca un plan sostenible de comercio autónomo. (I)

Datos

El Municipio destinó 400 policías metropolitanos al control permanente de las ventas ambulantes. De ellos, 180 se encargan del Centro Histórico.

La Ordenanza 280 regula el trabajo autónomo. Establece que el Municipio puede organizar, racionalizar y autorizar los sitios de venta. Los vendedores deben obtener permisos anuales.

El Programa de Regularización del Comercio Autónomo lo ejecuta la ACDC e inició en el año 2011 como una solución para la organización y control de espacio público con la inclusión de los comerciantes autónomos.

Datos del Municipio indican que aproximadamente seis de cada 10 comerciantes se dedica a la venta de alimentos. En Quito, la anterior administración capacitó a 12 mil comerciantes autónomos, de los que unos 3.600 obtuvieron permisos.