La Ronda será la calle de oficios de antaño
El platillo volador es otro trompo, invento de Gerardo Zabala, en su intento de que el juego tradicional no desaparezca. El hombre es tornero de oficios, desde los 8 años construye juguetes de madera.
Don Gerardo primero hace el diseño de los juguetes y trompos en una libreta que nunca la deja, porque las ideas le pueden llegar a cualquier hora. La idea del platillo volador salió una noche en la que no podía dormir y comenzó a estudiar una manera de que los jóvenes y niños se vuelvan a interesar por el juego.
El trompo denominado “platillo volador” tiene una forma plana. Baila después de desenrollar una pequeña piola y se queda quieto después de varios segundo de dar vueltas. El juguete no solo sirve de distracción sino también de adorno. “Lo interesante es que no solo los jóvenes compran, sino que también los viejitos, el diseño les atrae”.
También elabora juguetes y adornos de madera, entre ellos floreros, coches de madera, animales, como la tortuga galápagos, entre otros, que son representativos de la fauna ecuatoriana. Utiliza diferentes maderas, como el seique, laurel del oriente, pino, sin-sin y pumamaqui. Pero la que más le gusta es la llamada aliso, porque revitaliza el ánimo de las personas que están cerca del objeto hecho con esa madera. Dependiendo del adorno o juguete se elige la materia prima.
Don Gerardo, quien aprendió a hacer juguetes cuando tenía 8 años, cuenta que en vacaciones para que no haga travesuras su papá, que también trabajaba con el torno, lo mandaba a elaborar alguna figura con la máquina, que asegura que es la más inofensiva. “Empecé haciendo formas básicas, luego ya hacía juguetes para mí. Con el tiempo eso no era castigo, ni una forma de mantenerme quieto, sino un gusto de crear y hacer cosas nuevas”, cuenta.
El negocio del tornero de 62 años será parte permanente de La Ronda. Su trabajo y seis más fueron los ganadoros del proyecto de oficios tradicionales que impulsa el Municipio. Según la técnica de proyectos de Quito Turismo, Pamy Goetschel, la intensión es que desde diciembre próximo la tradicional calle se convierta en la “calle de los oficios tradicionales”.
Para eso convocaron a un concurso y seis fueron los ganadores: Zabalartes, con juguetes de madera; Quesadillas de San Juan y Los helados de paila del Negrito, que ofrecen dulces y gastronomía quiteña; Chocolatería, con bocaditos y tortas de chocolate; ¿Y Aurora?, que elabora piezas de personajes de leyendas de Quito, hechas con vidrio soplado, acrílico, madera, fieltro; y por último Art Lumiere, velas decorativas.
En total son 12 los oficios que estarán ubicados en varias viviendas a lo largo de La Ronda. Para elegir a los otros seis proyectos se volverá a convocar a un nuevo concurso en las próximas semanas.
Para conocer cada uno de los negocios y sus creadores se han presentado los fines de semana en la casa 925 de La Ronda. Api Real mostrará us productos, hechos con miel de abeja, desde el próximo jueves hasta el domingo. Y Art Lumier lo hará desde el próximo 25 de octubre.