Cortes de servicios, prolongación del tiempo de la obra e incertidumbre sobre las áreas de circulación son algunas de las molestias que reportan los vecinos del intercambiador que se construye a la altura de Carapungo (en el norte de Quito).

María Sánchez, moradora del barrio Hernando Parra y dueña de una tienda, se quejó porque a veces solo  en las noches hay agua y que no les notifican la suspensión.

Mireya Lozada, dueña de un restaurante ubicado al filo de la Panamericana Norte, dijo que esas restricciones afectan su negocio. “El agua es vital para cocinar, lavar la vajilla, los cubiertos; además, los clientes exigen el baño”.

Lozada añadió que por la edificación “hay mucho polvo y, a veces, no hay sitio para estacionarse”. Juan Albán, agente civil de tránsito, indicó que se restringe el parqueo porque aumenta el tráfico.  

La comerciante calcula que su restaurante registra pérdidas de 50% desde que arrancaron los trabajos el 9 de febrero del año pasado.

El alcalde Mauricio Rodas justifica los problemas en la complejidad de la obra. El 22 de junio habló de que en muchos colectores y conexiones de agua potable se hicieron arreglos.

No obstante, el exalcalde Augusto Barrera recordó que el proyecto fue financiado, estudiado e iniciado por su administración.

Por ello le llama la atención que estuviera paralizada unos 9 meses antes de ser reiniciada. “Creo que allí había dificultades con el tema del agua, pero eso no significa que se paralice tanto tiempo una obra”.

A lo anterior se suman los aplazamientos para la terminación. El 8 de mayo del año pasado, Rodas señaló durante un recorrido que se redoblarían esfuerzos “para entregar esta obra (...) a fines de diciembre de 2015”.

Sin embargo, la construcción ha demorado alrededor de 9 meses más de lo previsto. En diciembre pasado, el gerente de la empresa municipal de obras públicas, Alejandro Larrea, dijo que las labores concluirían en el primer semestre de 2016.

El funcionario ratificó la previsión en mayo, cuando dijo a EL TELÉGRAFO que la construcción concluiría a fines del mes pasado.

Pero el 22 de junio, durante una entrevista en radio La Red, el alcalde aseguró que el distribuidor de tráfico registraba “un 70% de avance” y estaría listo a inicios del segundo semestre de este año.

Esta semana, un funcionario municipal, quien prefirió no dar su nombre, señaló que el proyecto tiene un avance del 81% y que se trabajaba para que esté listo a fines de agosto.  

Un trabajador de Sinohydro, empresa encargada de la construcción, indicó que se laboran las 24 horas del día en varios frentes para cumplir el nuevo plazo.

Entre los trabajos que se efectúan está la compactación de tierra para la terminación del paso que se construye sobre la Panamericana, a la altura de la intersección con la av. Simón Bolívar.

También se repavimentan rampas ya construidas y se completan las obras de alcantarillado. (I)