Seis hostales del Centro Histórico de Quito fueron clausurados hoy, tras una disposición de la Intendencia de Policía de Pichincha. 

Estos negocios se cerraron porque, supuestamente, eran empleados para servicios sexuales incumpliendo los permisos de operación, detalló Inés Venegas, intendenta de Policía.

Los negocios funcionaban en las calles Esmeraldas Guayaquil, Oriente, Vargas y en la Plaza del Teatro. La medida se llevó a cabo en medio de una violenta reacción por parte de las mujeres que laboran en el sector. Con piedras, palos e incluso adoquines trataron de impedir la labor de los uniformados.

Venegas recordó que las trabajadoras sexuales pueden dedicarse a su labor en sitios de tolerancia.

Ante esta situación, Elizabeth Molina, presidenta de la Red de Trabajadoras Sexuales, señaló que esa fue una "medida arbitraria" porque dejará sin sustento a cientos de mujeres. "Este es un trabajo no es un delito. Estas medidas espantan a sus clientes a quienes ofrecen sus servicios de cama", señaló.

Molina estima que en el sector laboran alrededor de 400 mujeres que se dedican a esta actividad. Por ello advirtió que mañana mantendrá una reunión para analizar la situación.

Las autoridades informaron que durante el operativo, en algunas habitaciones se encontraron armas blancas y que incluso, varias personas vivían en el lugar, lo que habría evidenciado que los establecimientos incumplieron con las normas internas de cada local.

No obstante, la presidenta aseguró que no se moverán del lugar hasta que el Municipio les ofrezca una solución a su situación. "Se suponía que se iba a dar alternativas laborales, emprendimientos pero no sabemos por qué no se ha llevado a cabo", dijo. (I)