El gobierno de Pichincha ultima los detalles para la contratación del proyecto av. General Rumiñahui-El Arbolito.

La obra, que requerirá una inversión de $ 165 millones aproximadamente, establecerá una alternativa de conexión entre Quito y el valle de Los Chillos además del ingreso por El Trébol.

La empresa de la Prefectura, Hidroequinoccio, se encarga de la fase precontractual de la obra, que podría adjudicarse en enero.

¿De dónde provendrán los recursos para el proyecto?
Una opción es una alianza público-privada en la que hay una coparticipación entre un inversor y la entidad pública. Otra opción es una delegación a un privado, que recuperaría la inversión a través del peaje que genere el tráfico por la solución vial. También existe la opción de los organismos multilaterales; por ejemplo, la CAF, que ha trabajado con nosotros en obras como el Sistema Vial del valle de Los Chillos y tiene la intención de apoyar este proyecto.

¿Cómo está previsto que se recupere la inversión?
Con el cobro de una tasa por medios electrónicos.

¿Cuál es la participación de Hidroequinoccio en el proceso?
El prefecto Gustavo Baroja ha delegado la ejecución del contrato a la empresa pública (de la Prefectura) Hidroequinoccio. Implica manejar la fase de estudios, su contratación y la administración de la construcción y de la operación del proyecto durante 30 años.

¿Qué plazos se ha fijado la Prefectura para concretar el proyecto?
De lo que conozco, en enero próximo se prevé realizar la adjudicación.

¿Qué tipo de estudios se ejecutaron?
Cubren varias especialidades. Tenemos diseños de vialidad, geotecnia, hidráulicas, túneles, se hicieron perforaciones. ¿Y por qué se trabajó así, a profundidad? Porque en este tipo de proyectos en que se busca un apalancamiento externo o privado, su alcance debe ser ese para que el inversor tenga confianza y no tenga críticas sobre los estudios.

¿Cuáles son las características estructurales del proyecto?
Un puente atirantado de alrededor de 765 metros entre Palugo y La Tola Baja, sobre el río Machángara. Y luego un túnel en doble sentido bajo el Itchimbía y una bifurcación hacia El Arbolito y el redondel del coliseo general Rumiñahui.

¿Cuánto tráfico soporta la vía al valle de Los Chillos?
Contabilizamos en las cabinas del peaje de la vía 71.000 vehículos diarios, pero a través de la conexión con la av. Simón Bolívar se incorporan alrededor de 20 mil más. Es decir, tenemos más de 90 mil vehículos diarios que atraviesan al sector de El Trébol.

Según los estudios, ¿cuántos conductores usarían el proyecto vial?
Calculamos que entre el 55% y el 60% (alrededor de 50.000 automotores) del tráfico de la av. General Rumiñahui optaría por la conexión vial sobre el río Machángara. Con ello no solo se mejoraría la conectividad desde y hacia el valle de Los Chillos, sino que el proyecto incluirá la recuperación del sector El Trébol (actual punto de conexión al valle). Hoy es caótico: hay paradas de buses, de taxis, vendedores informales, giros no permitidos, semáforos, agentes y no funciona bien.

¿Cuánto ahorraría un conductor usando el proyecto vial?
Hemos medido que, en hora pico, llegar por la general Rumiñahui a El Trébol y luego subir hacia el coliseo puede tomar de 35 a 45 minutos. Con el paso por el puente podrán ser 10 minutos. Un ahorro de 25 a 30 minutos.

¿Cuántos vehículos irían hacia El Arbolito y cuántos a La Vicentina?
Yo creo que del total actual del tráfico (90.000 vehículos diarios), el 35% va hacia el norte (opción La Vicentina) y el resto se distribuye hacia El Arbolito, su entorno y el sur.

¿En qué consistiría la recuperación de El Trébol?
Creo que es el momento, dentro de este proyecto, de recuperar las rampas originales de la zona, sacar los agentes, los semáforos y recuperar la zona. Como son temas que le corresponden al Municipio, hemos tenido un enlace con el Cabildo.

¿Se ha conversado con los vecinos de las zonas de influencia del proyecto?
Se han hecho socializaciones en la Prefectura y en territorio con los vecinos de Palugo, Orquídeas, Bolívar Rodríguez. Se les ha explicado el alcance del proyecto. Se les mostró que el contexto general del proyecto es minimizar al máximo las afectaciones.

He recorrido con el consultor la zona y he visto que es viable. Por ejemplo, tenemos un espacio en la av. General Rumiñahui para hacer la rampa de incorporación al puente y, luego, al túnel. E incluso por temas técnicos hemos reconsiderado algunos aspectos para no topar los taludes. (I)