Una gallera que operaba clandestinamente en Calderón, en el norte de Quito, fue clausurada por personal de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), con apoyo de la Intendencia de Pichincha y la Policía Nacional. 

En el sótano de un edificio residencial funcionaba la gallera, que al momento del allanamiento tenía a 200 personas en su interior. 

Según la AMC, en el recinto se hallaron más de 150 gallos e infraestructura destinada a las peleas con palenque, graderíos y un reloj suspendido en una estructura metálica para medir los tiempos de las peleas. 

El dueño del establecimiento fue sancionado conforme a la normativa vigente y se desalojó a las personas en su interior, que se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas. 

En el Distrito Metropolitano de Quito están prohibidas las peleas de gallos y la persona que organice, promocione, asista, apuesta o participe en estos eventos puede afrontar una multa de USD 4.600.

Las peleas de gallos están catalogadas como una forma de maltrato animal, en el que las dos aves son forzadas a luchar hasta que uno resulta gravemente herido o muera. "Desde temprana edad, los gallos son sometidos a un régimen riguroso de entrenamiento que incluye aislamiento, reducción de alimentos para mantenerlos agresivos y, en algunos casos, mutilación de crestas y espolones. Este proceso de preparación tiene como objetivo hacerlos más fuertes y agresivos para enfrentarse en los combates", indicó la AMC. 

En lo que va del año, las autoridades han clausurado cuatro establecimientos clandestinos dedicados a esta actividad ilegal. La ciudadanía puede realizar las denuncias respectivas a las autoridades. 

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— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) August 24, 2024