A menos de una semana que inicien las operaciones en el nuevo aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, el personal ultima procesos. Ayer se desarrolló un simulacro en el área de descarga que almacenarán los productos de exportación hasta que sean embarcados en el avión.

En la nueva terminal hay cuatro bodegas con refrigeración, una cualidad de la que carece el actual aeropuerto y que obliga, por ejemplo, a los floricultores a alquilar  pequeñas bodegas en varias zonas de la ciudad para conservar sus productos mientras esperan su turno para el embarque.

Otra dificultad que afrontan los exportadores en la terminal aérea de Chaupicruz es la falta de parqueaderos para camiones, por lo que se improvisan estacionamientos a lo largo de las avenidas Amazonas y La Prensa para descargar los productos. El problema será superado en el aeropuerto de Tababela, pues cuenta con una plataforma que permitirá cargar o descargar hasta cinco aviones de forma simultánea, explicó Philippe Baril, presidente de Quiport.  

Para  el alcalde Augusto Barrera es importante contar con espacios aptos para la paletización, pues el sector florícola genera recursos onerosos para Quito. “Durante los últimos años se ha desarrollado una de las industrias más importantes y con proyección como es la exportación de flores. Ese es uno de los sectores de mayor potencial económico para la ciudad”, anotó.   

En la nueva terminal aérea los exportadores contarán con cuatro bodegas de 10.000 metros cuadrados cada una. Allí podrán almacenar hasta 1’300.000 rosas, cifra que  supera la cantidad promedio que se guarda cada febrero, cuando las rosas son   requeridas en el mundo para celebrar San Valentín.

Las bodegas garantizarán que las rosas ecuatorianas no rompan la cadena de frío, ya que los camiones ingresarán hasta la terminal de carga, en donde pasarán por un escáner para establecer el peso de la caja, la cantidad de flores y su destino. Una vez registrada la información, los montacargas trasladarán el producto a los cuartos fríos, en los que permanecerán el tiempo necesario hasta la hora del vuelo.

En el actual aeropuerto, al no disponer de frigoríficos, las cajas de flores permanecen en sitios abiertos, cerca de la pista de aterrizaje, hasta la hora del viaje, lapso en el que la flor se deteriora, insistió Barrera, tras destacar que el sector florícola generó  730 millones de dólares en 2012, lo que representa 130.000 toneladas de flores exportadas.